La sanidad pública es el ente encargado de velar sobre la salud pública de los ciudadanos. Como ciencia, tiene poco más de un siglo de existencia, aunque existen estructuras desde la historia de la humanidad con la vocación de conservación de la salud de los pueblos. Sin embargo, la inclusión de la restauración de la salud es una adquisición relativamente reciente.
La sanidad pública era concebida inicialmente por los pueblos egipcios, indostaníes, hebreos y romanos como buenas prácticas de higiene, fundamental en estos pueblos para evitar y limitar la contaminación y propagación de enfermedades. Los egipcios fueron los pioneros en construir depósitos de arcilla para aguas y bebidas, así como desagües para las aguas residuales como un gran mecanismo de reducción de plagas.
Los hebreos protocolizaron aun más las prácticas higiénicas 1500 años de JC, creando el primer código higiénico escrito, donde se detallan las reglas para la higiene personal, las letrinas, la higiene de la maternidad, la de los alimentos y la protección del agua.
Los griegos ya dibujaron hace cientos de años lo que hoy conocemos como buenas prácticas para el cuidado de la salud, estableciendo recomendaciones sobre la limpieza personal, el ejercicio físico y las dietas alimentarias. Así mismo, los romanos crearon los primeros baños públicos y los primeros atisbos de la sanidad pública con los acueductos.
La sanidad pública ha ido avanzando paulatinamente impulsada por los grandes avances en el campo de la medicina, y ya en siglo XIX cuando se puede hablar de un desarrollo importante de la sanidad pública, tanto en Europa como en los Estados Unidos.
Hay cierto consenso que la evolución de la salud pública ha dado lugar a un pilar fundamental en cualquier estado, con competencias esenciales para la mejora y cuidado de la salud de las poblaciones.
Durante los últimos años, las funciones de la sanidad pública han ido creciendo paulatinamente, generando importantes evoluciones en el ámbito sanitario y desarrollos importantísimos para la humanidad. Algunas de las funciones de la sanidad publica, como el seguimiento y análisis de la situación de la salud de los ciudadanos, vigilancia de la salud pública, promoción de la salud, desarrollo de políticas sanitarias y planificación sanitaria publica, investigación en sanidad pública, desarrollo de recursos y formación en sanidad pública, han ido creciendo exponencialmente adquiriendo estructuras complejas y por consiguiente consumiendo recursos públicos elevados.
Las complejas e inmensas estructuras que se han creado en el ámbito de la sanidad pública, la elevada exigencia del ciudadano respecto a la sanidad pública, el crecimiento y envejecimiento demográfico de la población y la creciente demanda se servicios sanitarios públicos por parte de la población, han hecho del sistema sanitario público algo insostenible desde la vertiente económica.
¿Cuál es el futuro del sistema sanitario público? Está clarísimo que hay que redefinir y reorientar el sistema sanitario público español para garantizar su sostenibilidad y pueda cumplir sus funciones fundamentales en un estado del bienestar, pero, ¿Cuál debe ser su alcance?, ¿Qué funciones deben estar garantizadas y cuales no?, ¿Qué funciones no pueden cuestionarse y ponerse en situación de peligro?
Estas y otras muchísimas preguntas están hoy más que nunca en el panorama político y social de nuestro estado de bienestar. Ante la incertidumbre sobre el garantismo asistencial del sistema público sanitario, la elevada calidad del sistema privado de salud que posee España y la necesidad de un cuidado continuo preventivo de la salud, desde isalud.com recomendamos la contratación de un seguro de salud Medifiatc que te aporte tranquilidad y seguridad sobre el cuidado de la salud de tu familia.
