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Las dietas de proteínas están alcanzando una notable popularidad en estos últimos tiempos. Para muchos, son una de las dietas de adelgazamiento más efectivas aunque sería recomendable analizar cuál es su incidencia en el estado de salud. Igualmente, resulta adecuado aclarar cuáles son los efectos en el organismo de esta cambio tan radical en términos de nutrición.
A continuación, se comenta la opinión de los especialistas al respecto así como los beneficios, y los perjuicios, de seguir este tipo de dieta.
¿En qué consiste una dieta de proteínas?
Básicamente, en aumentar la ingesta de proteínas y disminuir la de hidratos de carbono. Se apuesta por consumir alimentos hiperproteicos como la soja, los frutos secos (almendras y nueces especialmente), el tofu o la avena. Lo que se persigue es que aumente la masa muscular para facilitar la eliminación de grasas.
Además, al no ingerir hidratos de carbono es posible entrar en un estado de cetosis en el que el cuerpo quemará la grasa existente para convertirla en energía. Si bien esta dieta ofrece unos resultados adecuados tras su puesta en práctica, la reducción de peso se consigue a costa de poner en un grave riesgo a la salud.
Beneficios de las dietas de proteínas
Si se practican durante un corto periodo de tiempo, puede tener efectos positivos en los pacientes que presentan ulceraciones por postración. También ayuda a los diabéticos a equilibrar mejor la cantidad de glucosa en sangre dada la ausencia total de azúcar en este tipo de dietas.
La pérdida de peso es un objetivo que se consigue fácilmente dado el bajón en el nivel de calorías ingeridas. También aumenta la resistencia a la insulina por lo que practicada durante algunos días puede llegar a ser una solución de urgencia para adelgazar.
Desventajas de las dietas de proteínas
Someterse a una dieta de estas características durante largo tiempo puede provocar los siguientes problemas:
- Un aumento de la acidez del pH de la sangre. El exceso de proteínas termina por provocar el aumento de la concentración en el plasma del amonio. Esta anomalía termina provocando alteraciones en el sistema nervioso, en el aparato respiratorio y en la salud cardiovascular. El amonio se convierte en urea al llegar al hígado y los riñones necesitan aumentar la cantidad de líquido para eliminarlo. Esta situación degenera en una deshidratación que puede ser grave de no controlarse.
- Descalcificación. El hígado utiliza fosfatos cálcicos para neutralizar el amonio. La pérdida de masa ósea es inminente y, a ciertas edades, puede llegar a ser motivo del aumento de las fracturas óseas y de las caídas.
- Aumento del ácido úrico. El consumir las purinas de la carne conlleva la creación de cristales de pequeño tamaño en las articulaciones que pueden afectar a la calidad de vida de la persona. Además, también favorece la aparición de cálculos en las vías urinarias.
Sendas alteraciones pueden legar a ser crónicas por lo que no resulta nada recomendable el practicar este tipo de dietas sin control médico.
Soluciones más utilizadas para estas desventajas
Como la acidez del pH es la que provoca todo lo anterior, suele pensarse que el consumo de frutas y verduras equilibrará el antedicho nivel y evitará la descalcificación por la orina.
La toma de cinco piezas de fruta o verdura al día es una recomendación totalmente saludable. El pensar que esta solución justifica el uso de una dieta de proteínas no. Entre otras cosas, porque no solo de proteínas puede mantenerse el correcto funcionamiento del organismo.
¿Cuáles son los consejos más eficientes para llevar una dieta saludable?
Si se va a realizar una dieta de adelgazamiento es, normalmente, porque hay una serie de problemas físicos que han provocado un aumento de peso. Elegir opciones no contrastadas porque estén de moda no deja de ser la mejor manera de empeorar la salud.
Resulta mucho más conveniente el contar siempre con el apoyo directo de un nutricionista que tenga la capacidad de analizar los siguientes aspectos:
- Cuál es la relación con la comida de esa persona.
- El tipo de dieta que se ha llevado hasta la fecha.
- El estilo de vida y la actividad física que se practica.
Tras este primer análisis, el especialista ofrecerá una guía completa para diseñar una dieta efectiva.
En lo que respecta a las dietas de proteínas, es necesario subrayar que:
- Los efectos secundarios se producen tras varias semanas de dieta sin control médico.
- Basar la dieta exclusivamente en el pescado y en la carne es el error más común y el que genera más problemas.
- Resulta indispensable tomar frutas y verduras para evitar los daños arriba indicados.
¿Son saludables las dietas bajas en proteínas?
En el extremo opuesto a las dietas hiperproteicas se encuentras las hipoproteicas. Se caracterizan por recomendar exclusivamente el consumo de alimentos bajos en proteínas (especialmente frutas y verduras) y por evitar el consumo de los que contienen más proteínas.
Este tipo de dietas es incluso más peligroso que el anterior ya que el cuerpo ni tiene proteínas, ni tiene hidratos de carbono por lo que se asegura la cetosis y los problemas musculares y físicos.
Curiosamente, sí se apuesta por el uso de suplementos de proteínas para contrarrestar la gravedad de las alteraciones que produce esta medida. Además, se permite el consumo de productos azucarados para que la glucosa haga la función de los carbohidratos.
A nivel metabólico, esta dieta es totalmente desaconsejable al eliminar grupos de alimentos esenciales para tener un buen estado de salud. Una vez más, es necesario insistir en que cualquier dieta ha de realizarse bajo estricto control médico evitando los consejos de amigos, familiares o famosos.
Además, el consumir un exceso de proteínas o el eliminarlas de forma radical incide en el correcto funcionamiento del cuerpo por lo que sendos tipos de dieta no deberían tenerse en cuenta para perder peso de forma saludable.
