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Los síntomas de un cólico nefrítico

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Los cólicos nefríticos tienen un índice de aparición del 5 % dentro de la población española. Esto supone una buena noticia si lo comparamos con el 10 % que se le atribuye a la totalidad de la región europea.

Introducción

A pesar de esto, quien más y quién menos conoce o ha tenido contacto con alguna persona que ha padecido esta patología. Es vox populi que los cólicos nefríticos son más dolorosos que un parto, una pierna rota o cualquier otra patología dolorosa. Los que hemos padecido alguno sabemos muy bien de lo que hablamos. Comencemos por explicar bien qué es lo que ocurre a nivel interno.

¿Qué son los riñones?

Son dos órganos que se encuentran en el abdomen y que son, junto con el hígado, o el bazo, algunos de los principales órganos filtradores de nuestro cuerpo. Los riñones representan el órgano de control de los líquidos corporales. Cuidan de mantener una composición de iones y proteínas y un volumen constante del líquido extracelular, garantizando así las condiciones constantes y óptimas de las funciones de las células del cuerpo. Todas las sustancias que considera que son sobrantes las eliminamos en forma de orina.

Como pequeño inciso, es importante saber que los productos que nos venden como "detox" no son los que nos limpian por dentro, sino que los encargados de esta función son nuestros propios órganos, no los productos que ingerimos.

Los riñones participan en numerosas funciones como puede ser regulación de la presión arterial, la osmolaridad, el pH, eliminación de desechos e incluso la producción de hormonas.

¿Qué ocurre en los riñones?

Las nefronas son la unidad funcional de los riñones, por lo que es el lugar donde se va a realizar su función de filtración. La sangre llega a través de los capilares a la nefrona, en concreto a la cápsula de Bowman. Una vez allí, se filtran todos los componentes de la sangre (iones, minerales etc) y solo aquellos que sean necesarios para el cuerpo serán reabsorbidos por el sistema tubular y volverán a la sangre. Se reabsorberá más o menos en función de lo que haga falta para mantener la presión arterial, la osmolaridad del plasma y el equilibrio ácido-base. El resto de los productos se conducen por los túbulos hasta el uréter, que irán a la uretra y finalmente se excretan al exterior.

¿Qué es un cólico nefrítico y cuáles son sus causas?

Un cólico nefrítico se define como un fuerte dolor en la zona lumbar, que se puede extender al costado o a la zona baja del abdomen. Es causado por una obstrucción de las vías urinarias superiores, de tal manera que se impide la salida del filtrado hacia su exterior.

Entre las causas más comunes de cólicos nefríticos tenemos los cálculos renales. Estos son formaciones sólidas que pueden ser de diferentes materiales. Lo más común, casi un 80 % de los casos, es que sean cálculos de calcio. En concreto pueden ser de oxalato o fosfato cálcico.  Un 10% sería de ácido úrico y menos de un 1% son asociados a una enfermedad de tipo genético llamada cistinuria. Es una enfermedad autosómica recesiva que provoca una eliminación excesiva del aminoácido cisteína.

Estos cálculos se van acumulando en las vías urinarias y van cristalizando y aumentando su tamaño hasta formar lo que conocemos por cálculo renal. Cuando este cálculo se localiza en una vía de salida, obstruyéndola, se produce la dilatación de la zona causando un fuerte dolor.

Pero, esta no es la única causa. También pueden existir obstrucciones de las vías urinarias debido a tumores en los riñones, o en aparato digestivo, que debido a su tamaño y localización impidan la salida del filtrado hacia el exterior.

¿Cómo lo identifico?

En primer lugar, una de sus características más definibles es un fuerte dolor en la zona lumbar que puede presentar picos de intensidad. Es uno de los dolores más fuertes que puede experimentar una persona. Pero, además puede tener otra sintomatología secundaria asociada, que nos ayuda a identificarlo.

A menudo, los pacientes sienten sudoración fría, se notan inquietos e incómodos si se mantienen en la misma postura. También pueden aparecer vómitos, durante los picos de dolor más intenso, o pérdida de apetito. Suelen mostrarse pálidos y ojerosos.

Además, debido a la imposibilidad de expulsión de la orina y por tanto a un incorrecto funcionamiento del riñón, podemos tener otras patologías como alteración de la presión arterial, cambios en los valores de pH o aparición de niveles altos de ciertas sustancias en sangre.

En cuanto a la orina del paciente, vamos a tener episodios de disuria, esto significa que vamos a tener cantidades muy pequeñas de líquido para expulsar. Esta patología se encuentra muy asociada a otra llamada polaquiuria, que se traduce como una necesidad constante de miccionar. Por lo tanto, los pacientes acuden al servicio con frecuencia, pero no son capaces de expulsar la orina.

Otro síntoma asociado también a la orina es la hematuria. Esta consiste en la presencia de sangre en la orina. Se debe a que los cálculos renales al deslizarse por las vías urinarias pueden dañarlas y provocar hemorragias, dando una coloración rojiza en la orina.

Se puede diagnosticar mediante análisis de sangre u orina o mediante pruebas de imagen como resonancias magnética o radiografía.

Conclusión

En cuanto a este tipo de enfermedades y su tratamiento cabe decir que lo más importante es la prevención. Tomar abundante agua y no excederse en alimentos ricos en ácido úrico o calcio puede ayudarnos a prevenir la formación de los cálculos renales. Además, una vez que se padece, podemos paliar los síntomas con calmantes para el dolor. O, en los casos más severos, acudir a terapias como la litotricia o la ureteroscopía. También es interesante acudir a revisiones médicas para tener conocimiento de la existencia de estos cálculos, su tamaño y su número.

 

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