Índice
Introducción
Tener la garganta inflamada provoca una serie de síntomas que pueden afectar a tu día a día. Los más recurrentes son los que siguen:
- Dolor durante la deglución y al hablar.
- Sequedad de garganta.
- Malestar general.
- Sensibilidad a la ingesta de bebidas calientes o frías.
- Aumento de la mucosidad.
Resulta imprescindible delimitar cuál es la causa que provoca la inflamación, ya que puede ser una amigdalitis (de las amígdalas) o una faringitis (de la faringe). En sendos casos resultan de enorme utilidad los remedios naturales que ahora te exponemos.
Remedios naturales para aliviar los síntomas de la garganta inflamada
Si se descartan otras enfermedades, para las que habrá que tomar la medicamentos que prescriba el especialista, utilizar remedios clásicos puede ayudarnos a rebajar la inflamación de la garganta de forma progresiva.
Gárgaras
Se debe mezclar agua tibia con agua oxigenada y bicarbonato aunque también se pueden hacer de manzanilla, árnica o vinagre de manzana. La combinación de estos ingredientes ayudará a desinfectar la garganta de forma eficaz en menos tiempo, consiguiendo recuperar la mucosa afecta tras la pertinente eliminación de las bacterias que haya causado la infección.
Especialmente efectivas son las de:
- Regaliz. Hay que utilizar la raíz pura y dejarla infusionar en agua caliente. Las gárgaras se realizan con un tercio de la capacidad del vaso, el resto debe beberse. Deberás repetirlo durante un máximo de tres días.
- Malvavisco. Se aconseja hacer gárgaras con el caldo de su cocción y beber esa infusión. Si lo prefieres, puedes adquirirla en jarabe.
- Llantén menor. Su uso es similar al de la planta anterior.
- Drosera. La hallarás en jarabes, pero también en extractos siendo estos tan efectivos como recomendables.
- Caléndula. Solo es necesario añadir una cucharada sopera de esta planta a un vaso de agua con miel y limón.
Las cinco plantas tienen un alto poder antibiótico y son antiespasmódicas, lo que contribuye a evitar la tos. Su uso ha de estar siempre controlado por un especialista dado que, en algunos casos, puede ser contraproducente dependiendo del tipo de medicación que tomes habitualmente.
Té e infusiones
Puedes prepararte una infusión de manzanilla para tomarla poco a poco. Además, el té verde y el negro contienen un alto nivel de antioxidantes fortaleciendo la efectividad de tu sistema inmunológico y evitando la oxidación celular. Es posible escoger el té que prefieras y tomarlo siempre a una temperatura adecuada.
Caldo de pollo
Siempre ha sido efectivo para recuperar el organismo y también lo será para tu garganta. Principalmente, por la cantidad de sodio, un gran desinfectante, que contiene. Su textura líquida es perfecta para tomar un plato adecuado que te hidratará y que te ayudará a reponer nutrientes con el objetivo de que tu cuerpo logre combatir la infección.
Miel y limón
En un vaso de agua caliente hay que diluir una cucharada de miel y el zumo de medio limón. La miel suaviza la garganta, el limón la desinfecta. Es mejor tomar esta mezcla a una temperatura templada. Sus efectos son inmediatos y consiguen bajar la inflamación de manera natural.
Miel, vinagre de manzana y agua
La fórmula es similar a la anterior, pero cuenta con el apoyo del vinagre y su acidez para favorecer la eliminación de las bacterias. Es importante subrayar que debe tomarse caliente, así como evitar que se enfríe para que mantenga toda su efectividad.
Frotarse los dientes con un diente de ajo
El ajo es uno de los antibióticos naturales más potentes gracias a su contenido en alicina. Solo es necesario cortar un diente y frotarse los dientes con él para que libere esa sustancia. Al ingerirla, la zona de la garganta quedará totalmente desinfectada. Repítelo durante varios días.
Colocarse compresas de agua tibia en el cuello
Se trata de lograr que la compresa adquiera la temperatura adecuada antes de que la coloques sobre la zona afectada. El calor coadyuva a relajar la musculatura de la zona, por lo que previene que los síntomas arriba descritos sean más llevaderos.
Tomar pastillas a base de hierbas medicinales
Las de malva son especialmente útiles para conseguir calmar la garganta. Solo tendrías que dejar que se deshicieran en la boca para comenzar a percibir sus positivos efectos.
Usar algún bálsamo de eucalipto
Colocando un poco sobre la garganta y aplicándote un suave masaje se consigue que vaya penetrando de forma natural. Cubriendo la zona con un paño caliente antes de dormir es posible descansar mejor evitando las molestias típicas provocadas por las infecciones ya mencionadas.
Tomar chocolate con menta
Esta planta ayuda al aparato respiratorio a funcionar con mayor eficacia. El chocolate suaviza la garganta y aporta una interesante serie de nutrientes que favorecerán que tu cuerpo reaccione mejor ante la infección. Este remedio ha de tomarse con moderación en el caso de los diabéticos. Lo más adecuado es escoger un chocolate negro sin azúcar para evitar subidas de glucosa en la sangre.
Beber zumo de pomelo
Esta fruta es muy rica en vitamina C y al tener un sabor más dulce que el de la naranja resulta más apetecible de tomar mientras dure la inflamación de garganta. Un par de zumos al día puede ser suficiente para comenzar a apreciar las primeras mejoras.
Conclusión
Como indicábamos al inicio, si se trata en exclusiva de una inflamación de garganta, estos remedios son de alta utilidad. Si, por el contrario, padeces alguna de las enfermedades relacionadas con la garganta es indispensable contar con el apoyo de un buen seguro médico que te ofrezca la posibilidad de consultar con especialistas en la materia.
El diagnóstico es siempre el primer paso hacia la curación. Combina estos remedios con la medicación, siempre que el facultativo te lo permita, y no tardarás en superar una dolencia que no deja de ser tan molesta como recurrente en cuanto llegan los meses más fríos del año. Todo sea por proteger tu salud.
