fbpx

 919057660  o  TE LLAMAMOS GRATIS

InicioEnfermedades y tratamientos¿Te puede pasar un ictus y no enterarte?

¿Te puede pasar un ictus y no enterarte?

-

Las enfermedades cerebrovasculares constituyen un problema de salud mundial con tendencia creciente. El ictus cerebral es responsable de un elevado porcentaje de muertes invalidez o discapacidad. Y cuidado: te puede pasar un ictus y no enterarte.

Se trata de la segunda causa de muerte para ambos sexos, para todas las edades y, sobre todo, para los grupos de edades mayores de 60 años. Tan solo es superada por la enfermedad isquémica coronaria. Por eso, a muchas personas les puede surgir la siguiente duda: ¿Te puede pasar un ictus y no enterarte? 

La respuesta es afirmativa. Efectivamente, te puede pasar un ictus y no enterarte. Se trata de la conocida enfermedad cerebrovascular asintomática o ictus silente 

¿Qué es la enfermedad cerebrovascular asintomática? 

La enfermedad cerebrovascular asintomática es aquella que todavía no ha dado síntomas cerebrales o retinianos pero que, sin embargo, ha producido algún daño vascular demostrable.

Encuentra tu seguro médico desde 9€ al mes

LO QUIERO

El ejemplo típico sería la que padecen los pacientes con estenosis carotídea asintomática. Actualmente, gracias a las técnicas de neuroimagen como las tomografías y las resonancias, el hallazgo de un infarto cerebral silente es más fácil de detectar, e incluso en aquellos pacientes que se realizan un chequeo rutinario anual por cualquier otra razón.   

¿Qué métodos nos permiten identificar los ictus silentes?

  1. Los exámenes de los pulsos carotideos al nivel del cuello: La palpación a nivel de los bordes laterales del cuello debe ser realizada por un especialista de forma suave, pues la compresión severa de una carótida estenosada puede clausurarla, o bien se puede desprender algún fragmento de una placa de ateroma, que actuaría como émbolo. La disminución o ausencia de pulso carotídeo es indicativa de estenosis grave u oclusión carotídea. 
  2. Examen de pulsos preauriculares y temporales superficiales. 
  3. Examen de los pulsos radiales. 
  4. Auscultación cardíaca, de carótidas al nivel del cuello. 
  5. Auscultación de globos oculares y cráneo: Se lleva a cabo para hallar soplos que sugieran fístula carotidocavernosa o malformación arteriovenosa intracraneal, respectivamente. 
  6. Fondo de ojo: Se realiza una búsqueda de émbolos fibrinoplaquetarios en vasos retinianos que pueden evidenciar placas ateromatosas que producen émbolos a nivel de las carótidas.

Tipos de ictus existentes 

Existen dos tipos de ictus que pueden afectarnos: 

  • Los ictus isquémicos o infarto cerebral: ocurre cuando una arteria queda obstruida, normalmente por coágulos de sangre (trombos o émbolos), también por placas de ateromas provocadas por el colesterol elevado. El flujo sanguíneo se limita de forma parcial o total, causando la disminución de la cantidad de oxígeno que llega al cerebro. 
  • Los ictus hemorrágicos se producen cuando se rompe un vaso sanguíneo arterial o venoso, derivando en una hemorragia dentro del cerebro. El oxígeno no llega al cerebro y las células nerviosas dejan de funcionar. Finalmente mueren, dejando afectadas algunas zonas del cerebro. 

Síntomas de un ictus leve

Según la zona del cerebro afectada por la hipoxia cerebral, los síntomas de un ictus leve podrán ser más o menos agudos. Entre los más llamativos tenemos: 

  1. Debilidad muscular en la cara y laextremidades, tanto superiores como inferiores. Pueden ser de un lado del cuerpo, con o sin afectación de la cara. 
  2. Sensación de hormigueo y calambres en un lado del cuerpo y la cara. 
  3. Dificultad para hablar (arrastran las palabras o lo hacen sin sentido, con lenguaje incoherente y balbuceo), leer o entender a los que hablan. 
  4. Trastornos en la visión de uno de los ojos. 
  5. Dolor de cabeza intenso y punzante repentino sin una causa conocida. 
  6. Pérdida del equilibrio, descoordinación al andar y trastornos en la mímica facial por afectación de los paros craneales que inervan la musculatura de la cara. 
  7. Se puede ver pérdida de la simetría de la cara, con desviación de la comisura labial cuando el paciente sonríe. 
  8. Pérdida de la fuerza muscular de uno de los miembros afectados. 
  9. Pérdida de la noción del tiempo y el espacio, o incluso alteraciones de la memoria.

 

¿Puedo prevenir un nuevo ataque?

Las personas que han padecido un ictus o que, incluso, saben que te puede pasar un ictus y no enterarte presentan un mayor riesgo de sufrir otro. Para reducir al máximo el riesgo de una recaída es importante seguir los consejos de tu médico. Éstos se centran en llevar una vida más saludable, especialmente realizando ejercicio moderado, tales como caminatas diarias o paseos en bicicleta. Es muy importante evitar el sedentarismo el estrés. La obesidad también es una de las causas vinculadas a esta enfermedad, por lo que será esencial llevar una dieta adecuada, rica en frutas y verduras para reducir el ictus. Se debe evitar el consumo de alcohol, tabaco otras sustancias nocivas para el cuerpo. También se recomienda mantener controladas enfermedades de base como la hipertensión arterial, la cardiopatía y la diabetes mellitus. En definitiva, todo aquello que ayude a mejorar tu estilo de vida supondrá la mejora de tu bienestar e impedirá una recaída. No lo olvides, te puede pasar un ictus y no enterarte. ¡Cuida de tu salud!

3/5 - (1 voto)

1 COMENTARIO

Los comentarios están cerrados.