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Tener dolor en la rodilla puede ser un síntoma común si acostumbras a practicar algún deporte que requiera un sobreesfuerzo de este tipo de articulaciones. Es el caso del running o del ciclismo. Es más, hay lesiones que pueden aparecer no solo en la parte delantera de la rodilla, sino que también pueden desarrollar dolor en la parte trasera de la misma.
Se trata de lesiones muy comunes en los corredores. ¿Pero a qué pueden deberse? ¿Qué aparezca dolor en la parte trasera de la rodilla se debe a la artrosis? ¿es uno de los síntomas del reumatismo, o se debe a síntomas de la tendinitis? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta dolencia.
Causas del dolor de la corva
Una de las causas más comunes del dolor en la parte trasera de la rodilla se debe a una lesión. Una lesión que se produce en el poplíteo. Seguro que habrás empezado a notar molestias a la hora de doblar y estirar la rodilla.
Ante una lesión en el poplíteo, lo más frecuente es darse cuenta a la hora de dar zancadas, aunque también se puede advertir dicha lesión palpando la zona. Por lo general, se manifiesta a través de un bultito muscular en la zona donde se ha producido la contractura.
¿Qué es el poplíteo?
Si hace tiempo que tienes dolor en la parte trasera de la rodilla y cuentas con un buen seguro médico, que se encuentra entre los mejores seguros médicos para todo tipo de molestias musculares, seguro que ya te han explicado bien qué es el poplíteo. No obstante, te lo recordamos. Se trata de un músculo situado en la parte superior de la pantorrilla, justo detrás de la rodilla, precisamente en la zona en la que, con toda seguridad, te duele. Se trata del músculo que te permite flexionar la rodilla; de ahí su importancia.
Los sobreesfuerzos pueden provocar que este músculo se sobrecargue, generando un dolor en la parte trasera de la rodilla. Los excesos de ejercicio pueden generar que este músculo se ponga rígido y carezca de su elasticidad habitual para que la rodilla realice una función adecuada.
Síntomas de la tendinitis
Si el dolor que sientes resulta insoportable, es posible que estés sufriendo una tendinitis. Ésta se produce cuando el tendón se adhiere al hueso, debido a una inflamación del tendón. Algunos de los síntomas que puedes tener son: dolor en el tendón, hinchazón de la zona y dificultad para moverla.
Cuando sientas molestias de este tipo, lo mejor será dejar de realizar la actividad física que estés haciendo y, seguidamente, aplicar hielo para calmar el dolor y la inflamación. Si el problema persiste, también debes acudir al seguro médico, donde un profesional evaluará el daño y te informará de las medidas que debes tomar. No obstante, antes de eso, puedes consultar el ranking de seguros de salud para conocer cuáles son los mejores para este tipo de casos, y cuáles ofrecen una asistencia sanitaria íntegra.
Un quiste
Otra de las razones por las cuales tu rodilla puede manifestar dolor es debido a un quiste o, más concretamente, del quiste de Baker. Éste consiste en una acumulación de líquido sinovial en la rodilla. Entre otros síntomas, puede generar dolor en la parte trasera de la rodilla, causando una sensación similar a la de tener un globo de agua en la zona. A veces, puede llegar a provocar hematomas en la zona.
Pero ¿por qué aparecen los quistes en estos casos? La causa más común es la artrosis reumatoide. Puesto que la artrosis está relacionada con la edad, se debe tener en cuenta que, con los años, las articulaciones sufren cierto desgaste y envejecimiento, afectando al correcto funcionamiento de algunas articulaciones.
Prevenir el dolor en la rodilla
Una manera de prevenir el dolor en la parte trasera de la rodilla es realizar aquellas actividades que requieran un mayor esfuerzo en las articulaciones de una forma mucho más relajada. Es aconsejable realizar estudios ergonómicos en el trabajo, ajustando la silla y la mesa a la altura necesaria. También es importante estirar adecuadamente al realizar cualquier ejercicio físico o actividad deportiva, con o sin instructor.
Finalmente, cuando se manifiesta el dolor en la parte trasera de la rodilla, tú mismo puedes realizarte masajes en la parte superior de la corva y, en caso de hinchazón, aplicar hielo, relajando así la zona afectada. Por otro lado, recuerda pedir cita de inmediato con tu médico.