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La importancia del deseo sexual en las mujeres
Por lo general, el cambio en los niveles de la libido a lo largo de la vida suele provocar cierta tensión y alarma en las mujeres. Sin embargo, hay que entender que este tipo de variaciones son totalmente normales y que existen soluciones que se pueden poner en práctica para evitar la pérdida total de deseo.
Falta de deseo sexual en mujeres
Las estadísticas confirman que entre el 20 y el 50 % de las mujeres pueden sufrir la ausencia total de deseo. Esta circunstancia afecta tanto a la sexualidad de la pareja como a su autoestima, aunque entra dentro de la normalidad. Solo habría que alarmarse si esta situación dura más de seis meses. Es entonces cuando habría que analizar cuáles son las causas de esta falta de deseo entre las que destacan las que ahora se explican.
La rutina diaria
La incorporación de la mujer al mundo laboral ha provocado que acabe trabajando el doble, pues es habitual que se haga cargo de buena parte del trabajo del hogar. Esto termina provocando su cansancio y una falta de interés por las relaciones sexuales. La acumulación del estrés y de responsabilidades conllevan que la mujer apueste por obviar esta importante parte de su vida prefiriendo descansar o relajarse.
La educación recibida
En ocasiones, el matrimonio se contrajo con una persona por la que no se sentía ese deseo sexual necesario para mantener la libido. Así, el paso de los años va convirtiendo la relación en una rutina difícil de sobrellevar en la que la ausencia de relaciones íntimas puede llegar a considerarse normal.
Una relación de pareja desgastada
Si faltan la complicidad y la confianza necesarias para poder comentar qué está sucediendo con la pareja, se está consiguiendo abonar el crecimiento de este tipo de problema. La sexualidad forma parte de la relación, por lo que resulta indispensable el analizar qué sucede para comenzar a encontrar el mejor tratamiento posible.
Consejos para aumentar el deseo sexual en la mujer
Antes de comentar los consejos más prácticos para que recuperemos el deseo sexual, es necesario aclarar que el mismo se va adaptando a nuestras necesidades progresivamente. Existen tres tipos de deseo:
- El generado por un impulso. Es el que provoca el enamoramiento. El cuerpo le pide estar siempre con esa persona para tener relaciones. Dura entre seis u ocho meses, pero que baje su intensidad no es sinónimo de encuentros poco placenteros.
- El que se cultiva de forma habitual. El deseo necesita ser cultivado mediante la imaginación y ejercicios físicos. Las ganas de sexo son, por lo tanto, una consecuencia de este proceso.
- El que reacciona frente a la insinuación de la pareja. El sentirse deseada por la pareja invita a aumentar el deseo progresivamente.
Entre los consejos más eficientes para recuperar el deseo podrían citarse los siguientes.
Comunicación
Es muy aconsejable sentarnos a hablar lo más claro posible con la pareja para conocer qué está sucediendo exactamente. Es adecuado poner en común los problemas existentes para encontrar el por qué de la existencia de ese desajuste en el deseo. Evitar que cada uno hable un idioma sexual y encontrar un idioma común ha de ser el objetivo.
Fomentar la estimulación
La sexualidad no funciona pulsando un interruptor. Sería aconsejable apostar por el uso de prendas íntimas más seductoras, por ver alguna película erótica con la pareja o por organizar alguna velada romántica que incite a tener sexo. El entrar en situación poco a poco suele ser muy efectivo.
Sentirse atractiva
Cumplir años y comprobar los efectos de la ley de la gravedad es ley de vida. Caer en la baja autoestima y en no considerarse atractiva no es la mejor opción. Siempre es posible hacer un ejercicio de reflexión para analizar por qué una persona lleva determinado tiempo siendo nuestra pareja y qué es lo que más le gusta de tener sexo con nosotras.
Fomentando esos aspectos y comentando nuestras fantasías en voz alta, es posible conseguir recuperar la pasión perdida.
Probar algo distinto
La industria de los juguetes sexuales para mujeres no deja de crear nuevos productos. Compartirlos con la pareja y poner a prueba nuestra resistencia a estos nuevos estímulos es siempre conveniente para convertir cada encuentro en un juego tan placentero como saludable.
Confiar en un especialista
Aunque la sexualidad es algo íntimo, no es menos cierto que los servicios de un sexólogo que nos ofrezca el seguro médico pueden aclarar cuáles son los motivos que nos llevan a no tener deseo sexual. Las diversas terapias y tratamientos hormonales lograrán convertir nuestra vida sexual en algo totalmente distinto. Además, podremos entender que lo que sucede no es ni extraño ni síntoma de nada negativo.
Considerar que el cerebro es el órgano sexual por excelencia
Los genitales son los que reciben el estímulo, pero si en en nuestro cerebro no hay deseo es imposible conseguir que la relación sea placentera. Entender este concepto es uno de los consejos más eficientes para lograr ir recuperando el deseo perdido por los motivos arriba comentados.
Conclusión: la comunicación es vital
Sería idóneo apostar por dedicarle el tiempo necesario al sexo. Organizar nuestra agenda para dedicarle algunas horas a tener una relación íntima con nuestra pareja puede ser una solución más que eficiente para solucionar este problema. Evitar caer en lo mecánico o en lo estipulado siempre ayuda a acercarse a las relaciones de forma más imaginativa y con ganas de probar algo nuevo.
Salir de la rutina y aclararle a nuestra pareja cómo nos gustaría que fuera cada encuentro también puede ayudar a que cada parte ponga sobre la mesa su opinión al respecto.
Llegando a un acuerdo, resulta más sencillo fomentar el deseo y no cerrarse la puerta a tan importante apartado en la vida de la mujer. Todo sea por conseguir que la relación de pareja avance progresivamente amoldándose siempre a las diversas circunstancias que van surgiendo durante la misma.