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Seguramente, alguna vez en tu vida has padecido uno de aquellos dolores insoportables y punzantes en alguna parte del cuerpo y, acto seguido, has necesitado hacer una pausa. Los dolores musculares se encuentran entre ese tipo de molestias y, si a eso se le añade que se trata de una contractura muscular en la espalda, lo más probable es que tengas prisa por visitar al médico y encontrar una solución al problema.
¿Qué es una contractura muscular en la espalda?
En términos generales, una contractura muscular es una contracción involuntaria del músculo que se produce al realizar algún esfuerzo. Éstas se suelen producir cuando se realiza una actividad inapropiada. Por ejemplo, si acostumbras a ir al gimnasio y un día decides coger más pesas de las que sueles coger de manera habitual. Al realizar ese sobreesfuerzo es probable que aparezca una contractura muscular en el cuello y una contractura muscular en la espalda, dependiendo del movimiento brusco que hayas hecho.
No obstante una contractura muscular en la espalda no tiene por qué producirse en el mismo momento en el que se realiza el ejercicio físico. Si aparecen durante el ejercicio eso indica que no hay suficiente irrigación sanguínea que depure la zona, por lo que se produce un dolor e inflamación. Mientras que si la contractura muscular en la espalda se manifiesta horas después de haber realizado la actividad, esto querrá decir que las fibras están fatigadas en exceso y que a pesar de que ha cesado el ejercicio físico, son incapaces de relajarse.
Síntomas de la contractura cervical
¿Cuáles son los síntomas de una contractura muscular en la espalda? ¿Y los síntomas de una contractura cervical? ¿Se pueden identificar fácilmente? La respuesta es afirmativa, sobre todo porque uno de los síntomas más acusados es que se empieza a notar malestar físico tanto en la zona de la nuca como en la parte alta de la espalda.
Además, en algunos casos se suelen producir mareos recurrentes a causa de la contractura cervical. Cuando la musculatura del cuello está sobrecargada o se sufre algún pinzamiento en un músculo o nervio, también es común sufrir náuseas, las cuales suelen ir acompañadas de vértigo y mareo.
Entre los síntomas de una contractura muscular en la espalda destacan los pinchazos y el hormigueo recurrente en las extremidades superiores. Existe la posibilidad de que el dolor se irradie hacia uno de los brazos, por lo que en este caso se trataría de un caso de pinzamiento del nervio.
Yoga para el dolor de espalda
Las malas posturas o el ejercicio sin supervisión provocan dolores de espalda. Desgraciadamente, la mayor parte de la población padecerá en algún momento de su vida. Para aliviar los dolores que producen las contracturas musculares, lo fundamental es moverse y prestar mucha atención a la respiración. El yoga para el dolor de espalda representa un gran beneficio ya que ayuda a eliminar la tensión que se localiza en el cuello, la cual provoca mayores dolores en la parte cervical.
Si cuentas con los mejores seguros médicos es muy probable que te hayan recomendado acudir a clases de yoga para aliviar la tensión cervical, mejorar la postura y solucionar las posibles contracturas musculares que tienes en la espalda.
En ese sentido, las mejores posturas de yoga para resolver estos problemas de salud son la postura del gato y la de la cara de vaca. No obstante, conviene realizar ejercicios suaves y lentos para destensar el cuello. Te recomendamos los siguientes pasos:
1. Muy lentamente, deja caer la cabeza hacia el pecho.
2. A un ritmo constante pero lento, sube y baja la cabeza en varias repeticiones.
3. Realiza tres giros con la cabeza, muy suavemente, para no hacerte daño.
Cuando se tiene una contractura muscular en la espalda, es muy importante desbloquear la columna. Pero ¿cómo hacerlo sin dañarse aún más? Muy fácil, te puedes poner boca abajo, estirando los brazos y colocando las manos debajo del pecho, y mientras levantes el torso, recuerda inhalar profundamente.
En ocasiones, las contracturas son palpables a través de la piel. Éstas se manifiestan en forma de bultitos, comúnmente conocidos como «nudos». No es necesario acudir a un fisioterapeuta cada vez que se advierta uno de estos, aunque si se producen con frecuenta deberás contar con un buen seguro médico, que se encargue de atenderte lo mejor posible y de ponerle solución a tu contractura muscular. No obstante, si la contractura todavía es leve, presionando los bultitos y realizando buenos masajes, éstos pueden desaparecer.