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Causas y tratamiento de la enfermedad del Parkinson

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¿Qué es la enfermedad del Parkinson?

La enfermedad del Parkinson, conocida también como parálisis agitante o simplemente párkinson. Es un trastorno neurodegenerativo crónico que forma parte de la clasificación del síndrome parkinsoniano. La enfermedad del Parkinson conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva por destrucción de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra. En ella hay trastornos del movimiento, alteraciones en las funciones cognitivas, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.

¿Cuáles son los factores de riesgo y posibles causas para padecer la enfermedad del Parkinson?

  • Factores genéticos
  • La edad o el envejecimiento acelerado
  • Raza blanca
  • Antecedentes familiares de enfermedad del Parkinson
  • Antecedentes de trauma craneal
  • Personalidad ansioso depresiva y estrés
  • Exposición a sustancias tóxicas como metales como el hierro, aguas blandas, herbicidas y pesticidas, aleaciones de acero.
  • Daño oxidativo

 

De aquí la importancia de contar con adecuados seguros médicos para las personas con sospechas de enfermedad del Parkinson. Te recomiendo que también conozcas cuál es la relación entre el consumo del café y el Parkinson.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del Parkinson?

Para conocer los síntomas del Parkinson, es necesario que conozcas que esta enfermedad afecta tanto al sexo femenino como masculino por igual. Aparece con mayor frecuencia después de los 60 años de edad o de forma muy precoz antes de los 40 años de edad.  Existe una característica clásica para identificarla, basada en la triada de los siguientes síntomas:

  • Rigidez- temblor- bradicinesia

Por lo que el diagnóstico de enfermedad del Parkinson, puede realizarse en aquellos pacientes que presenten al menos 2 de los 4 signos cardinales, que son:

  1. Temblor en reposo: Este está presente en el 85% de los casos. Es una especie de agitación que aparece cuando el paciente está en reposo, pero que disminuye cuando el paciente está realizando alguna actividad o durante el sueño, sobre todo es muy visible el temblor en las manos.
  2. Rigidez muscular o hipertonía muscular
  3. Bradicinesia o lentitud en los movimientos voluntarios e involuntarios, pero principalmente dificultad para comenzar y terminarlos: Hace que el paciente tenga que esforzar el doble para realizar sus tareas cotidianas porque se ven afectados, sobre todo, los movimientos de precisión como abrocharse los botones o escribir. Cuando la enfermedad avanza puede tener dificultades para levantarse de la silla, darse vuelta en la cama y tiene que caminar lentamente. Suele aparecer una “congelación” durante un breve período de tiempo cuando está caminando.
  4. Pérdida de reflejos posturales: La pérdida o problemas de equilibrio puede hacer que el paciente se caiga y producir lesiones. Esta dificultad y la pérdida de la capacidad de mantener la postura se ven afectadas principalmente en la marcha, al girar y al permanecer de pie. También al intentar levantarse o al inclinarse adelante. Es por eso que se recomienda usar un andador o un bastón.

 

Se puede completar el cuadro clínico con la ausencia de la expresión facial, disminución del parpadeo y del movimiento de los brazos al caminar. En otros casos se pueden manifestar más las alteraciones motoras como:

  • Inestabilidad postural
  • Producción excesiva de saliva
  • Alteraciones en la motricidad fina, temblores en las manos.
  • Trastornos del movimiento
  • Micrografía o estado en que la letra escrita del paciente se va empequeñeciendo cada vez más.

 

Otras alteraciones no motoras son:

  • Depresión y ansiedad
  • Apatía
  • Alteraciones cognitivas como dificultades para concentrarse, pensamiento enlentecido, la capacidad para realizar tareas complejas o para realizar varias tareas a la misma vez.
  • Trastornos del sueño
  • Alteraciones sensoriales y dolor
  • Pérdida o disminución del sentido del olfato
  • Cefalea
  • Dolores dorsolumbares o en las piernas, con sensación de calambre, entumecimiento, ardor o frío.
  • Estreñimiento
  • Sudoración excesiva
  • La confusión y las alucinaciones que pueden aparecer son efectos secundarios de la medicación parkinsoniana y no de la enfermedad misma.

No todos los síntomas aparecen en todos los pacientes y la evolución y progresión de la enfermedad es muy variable según los casos. La enfermedad puede aparecer con una ligera contracción en la cual el temblor suele afectar al brazo, la mano o los dedos conocido como “movimiento de contar monedas” que se caracteriza por un movimiento de desplazamiento hacia adelante y atrás de los dedos pulgar e índice. Los síntomas de temblor afectan inicialmente un solo lado del cuerpo.

Al ser un trastorno progresivo los síntomas empeoran gradualmente con el tiempo. En general los síntomas se ven agravados por el estrés y las situaciones emocionales que causan ansiedad. Los síntomas suelen mejorar con el descanso, el sueño y se utilizan técnica de relajación o cualquier estrategia para controlar el estrés y la ansiedad.

¿Cómo se realiza el tratamiento de la enfermedad del Parkinson?

Las posibilidades de tratamiento son múltiples, pero solo el conocimiento con detalles de esta enfermedad hace posible su correcto tratamiento.

El tratamiento no farmacológico incluye:

  • Educación para el paciente y sus familiares para que tengan dominio de la enfermedad y cómo evoluciona.
  • Nutrición: Aumentar la ingesta de líquidos, previenen la constipación. Por lo menos de 2 litros diarios. Comer alimentos ricos en fibra como vegetales y frutas. Aporte de vitamina E mediante alimentos como el hígado, el aceite de hígado de bacalao y las carnes. También los alimentos ricos en calcio y magnesio como leche y sus derivados.
  • Ejercicios: Deben ser ligeros, evitar la fatiga.

 

Tratamiento farmacológico:

  • Hay un tratamiento sintomático neuroprotector: Se destacan la levodopa, agonistas dopaminérgicos ergolíticos como la cabergolina y no ergolíticos como el ropirinol y el pramipexol. Inhibidores de la COMT y de la MAO-B. Agentes no dopaminérgicos como los anticolinérgicos derivados de la belladona.
  • Tratamiento restaurativo

 

Tratamiento quirúrgico que puede ser ablativa o estimulativa y las dianas dependen de la sintomatología presentada. Otras como la talamotomía, palidotomía y la subtálamo.

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