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¿Existen los antibióticos naturales?

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Los antibióticos naturales se caracterizan por su efectividad y por ayudar, de forma definitiva, a tener un óptimo estado de salud. A continuación, te ofrecemos una definición y un análisis detallado de los más utilizados dados sus excelentes resultados.

¿Qué es un antibiótico natural?

Los antibióticos de origen industrial se caracterizan por eliminar, en ocasiones drásticamente, las bacterias que provocan las infecciones. Los de origen natural, por su parte, también eliminan virus y hongos, por lo que su uso es recomendable para eliminar cualquier tipo de infección de forma efectiva y natural.

La función complementaria de este tipo de antibióticos no es otra que contribuir a fortalecer el sistema inmunitario consiguiendo que el cuerpo no sea víctima de infecciones leves con frecuencia. Diversos estudios han confirmado su innegable eficacia para combatir afecciones de la piel como el herpes, las verrugas y algunas similares.

Al ser de origen natural provocan menos daño en el aparato digestivo y, sobre todo, evitan que el organismo los considere una amenaza llegando a reaccionar en forma de alergia a su administración. Además, el uso continuado de fármacos de síntesis supone que cada día sea más necesario aumentar las dosis para lograr el mismo efecto.

Por todo lo anterior, el uso de antibióticos naturales es uno de los remedios más adecuados para afrontar el tratamiento y la prevención de las enfermedades infecciosas.

¿Cuáles son los antibióticos naturales más efectivos?

A la hora de consumir los productos que seguidamente describiremos, es indispensable hacerlo de forma progresiva e incorporarlos a la dieta o como ingrediente de cualquier receta. Su consumo regular ofrece grandes resultados que pueden comprobarse con el transcurso del tiempo.

Ajo

Es el antibiótico natural más potente, ya que contiene hasta 70 sustancias con capacidad bactericida y fungicida. Su uso tópico ayuda a desinfectar las heridas rápidamente y su ingesta es esencial para lograr grandes resultados. Tiene un poder de amplio espectro y resulta adecuado consumirlo a diario tanto en crudo como en cápsulas.

Jengibre

No es de amplio espectro, pero ha demostrado elevada eficacia a la hora de combatir infecciones de mayor gravedad. Si lo consumes de forma habitual lograrás que tu flora intestinal se fortalezca, evitando que se seleccionen microorganismos más resistentes que terminan por ganar la partida a los antiinfecciosos con asombrosa facilidad. El gingerol ayuda también a proteger el sistema inmunitario.

Cebolla

Su alto contenido en azufre es fundamental para evitar la propagación de bacterias. Te servirá para eliminar las infecciones en el aparato respiratorio y también los parásitos que puedan acumularse en tu aparato digestivo.

Aloe vera

Contiene hasta 70 activos que sorprenden por su poder antiinflamatorio, antimicótico y antibacteriano. Su uso tópico es muy recomendable para curar heridas, quemaduras y dolencias cutáneas diversas. Por su parte, el uso interno sorprende por su poder para equilibrar el funcionamiento del aparato digestivo.

Propóleo

Es muy rico en bioflavonoides, vitaminas y oligoelementos. Protege al organismo frente a enfermedades comunes como el catarro o la gripe. Consiste en una resina que se encuentra en los árboles y que las abejas usan para fortalecer sus colmenas. Se compra en grano y debe tomarse diluido en algún tipo de líquido.

Fresa

Destaca por su poder antiviral y por ser indispensable para paliar los síntomas de diversas enfermedades reumáticas. Además aporta flúor, por lo que ayuda a mantener la salud dental.

Equinácea

Se toma en infusión y es de consumo ocasional. Se trata de un producto muy eficaz para eliminar bacterias y virus. Su popularidad está más que justificada teniendo en cuenta sus magníficos resultados.

Romero

Aparte de ser una especia que aporta un sabor muy especial, es un potente antiviral. Usado de forma tópica (en aceite o con alcohol) ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Se puede consumir también como infusión, lo que ayuda a evitar que la infección se expanda. Tomar un té de romero tres veces a la semana es más que suficiente para que disfrutes de estos efectos.

Eucalipto

Consumido en aceite esencial contiene altos niveles de cineol, lo que le convierte en un antibiótico de amplio espectro, así como en un antiviral muy recomendable para eliminar las infecciones en las vías respiratorias.

Miel

Una cucharada al día es más que suficiente para lograr que el sistema inmunitario funcione de forma más equilibrada. Además aporta vitaminas, minerales y nutrientes esenciales para tu organismo.

Aceite del árbol del té

Su uso es exclusivamente tópico como desinfectante para las heridas. También ayuda a combatir las verrugas y otro tipo de dolencias. Su alta toxicidad impide que se pueda tomar por vía oral.

Regaliz

El uso de regaliz puro es fundamental para mantener una óptima salud dental, ya que elimina con facilidad las bacterias que producen las caries y los problemas en las encías. Ha de tomarse siempre en este formato y no en el azucarado que se vende como golosina.

Sello de oro

El alto nivel de berberina que contiene convierte a esta planta en una sustancia muy eficaz para combatir hongos, bacterias y virus. Es de alta eficacia en infecciones del aparato urinario y la garganta. Aplicado sobre la piel ayuda a paliar los síntomas de enfermedades infecciosas.

¿Qué opinan los médicos al respecto?

Conviene acudir al seguro médico para realizar algún tipo de consulta sobre el uso de estos remedios naturales. No podemos olvidar que el uso recurrente de antibióticos para casi cualquier enfermedad está provocando una mayor resistencia de las bacterias a su acción terapéutica.

Muchos médicos están comenzando a recomendar el uso de antibióticos naturales en casos de infecciones leves con el fin de preservar el sistema inmunitario del paciente. Esta medida ha demostrado su eficacia según los últimos estudios. De esta manera se confirma que incluir los productos naturales arriba indicados en la dieta no deja de ser una óptima medida de prevención.

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