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En nuestra sección de artículos de salud, hoy nos gustaría tratar el tema de la circuncisión. Esta practica es utilizada tanto con fines médicos como rituales (en algunas culturas). Es ciertas ocasiones, esta intervención es necesaria para mejorar la calidad de vida del hombre que sufre fimosis.
Vamos a ver en qué consiste el procedimiento, así como sus ventajas, riesgos y consecuencias sobre la vida sexual del hombre y su pareja.
¿Qué es la circuncisión?
La circuncisión consiste en extraer o extirpar la porción de piel que recubre el glande del pene, mediante una intervención quirúrgica.
En algunas culturas del mundo, a los hombres se les practica la circuncisión por razones de tradición o religiosas. Tal es el caso de ciertas tribus de África y Australia. En otras ocasiones, esta intervención tiene como finalidad garantizar una mayor higiene y prevenir problemas de salud. Ya que en un pene circuncidado no se acumula suciedad en el interior del prepucio (que es eliminado en la operación). Esto reduce considerablemente el riesgo de padecer enfermedades, como las de transmisión sexual.
También en determinadas culturas, es común aplicar la circuncisión incluso a los recién nacidos. Aunque en los países occidentales, los médicos no la recomiendan hasta que el varón es adulto.
La circuncisión y la fimosis
Hay casos en los que la eliminación del prepucio es necesaria para que el hombre pueda llevar una vida normal. En ocasiones, nos encontramos con la afección de la fimosis, que se da cuando el orificio de la piel que recubre el glande es demasiado estrecho para permitir que este pase.
Cuando no logramos retraer el prepucio para dejar el glande totalmente al descubierto, podemos experimentar problemas al orinar, dolor en las erecciones y dificultades para realizar las funciones sexuales. Todos los niños nacen con el glande unido al prepucio, el cual va adquiriendo su función retráctil conforme los niños crecen. Por eso, no se recomienda la operación cuando todavía son pequeños, pues cabe la posibilidad de que, con el tiempo, la fimosis se solucione sola. En cualquier caso, si el niño experimenta dolor o enrojecimiento del pene, tenemos que acudir con él al médico, que propondrá el tratamiento más adecuado.
Consecuencias en el hombre adulto
Por lo general y, según los médicos, son más los beneficios que los contras en la circuncisión. Así lo estipula, por ejemplo, la Academia Estadounidense de Pediatría. Veamos en detalle las consecuencias del pene circuncidado (tanto positivas como negativas).
Mayor higiene
La correcta higiene del pene es algo que todos los varones hemos de tener en cuenta desde niños, y debe convertirse en un hábito. En un pene circuncidado, estos hábitos higiénicos son mucho más sencillos; pues permite lavar más fácilmente las zonas por debajo del glande, donde tienden a acumularse más gérmenes.
Al no existir el prepucio, en general, se acumula menos suciedad alrededor del glande.
Menor riesgo de infecciones y de enfermedades de transmisión sexual
Está estrechamente relacionado con el punto anterior. Según estudios médicos, el prepucio es una de las zonas más vulnerables del pene a la contracción de enfermedades infecciosas.
La extirpación del prepucio previene las infecciones urinarias y también las de transmisión sexual como el VIH, herpes o el virus del papiloma humano. El resultado de la operación es menos probabilidad de contraer ETS y, por tanto, de transmitirlas. Las relaciones sexuales son más seguras tanto para el hombre como para su pareja. Eso sí, la circuncisión nunca nos exime de utilizar el preservativo como la medida de protección más eficaz.
Relaciones sexuales más satisfactorias
Se sabe que disminuye la posibilidad de sufrir lesiones coitales durante los encuentros sexuales. Además, en general, la circuncisión aumenta la calidad de la vida sexual. Los encuentros sexuales duran más, pues en los penes a los que se ha practicado este procedimiento, la eyaculación se retrasa. Disfrutaremos de un encuentro sexual más placentero y largo, tanto para nosotros como para nuestra pareja.
Entre los hombres existe el miedo de que con el pene circuncidado se pierde sensibilidad en el glande. Pero esto no es más que un mito. Ya que no hay evidencias de una pérdida de sensibilidad en los penes circuncidados con respecto a los no circuncidados. De hecho, según varios estudios, tanto la mayoría de los hombres circuncidados como sus parejas tan solo reportan beneficios en el plano sexual.
Problemas asociados a la circuncisión del hombre
Cualquier intervención quirúrgica conlleva algunos riesgos y, en este caso, también hay algunos contras que debemos tener en cuenta. Después de una circuncisión, podemos experimentar dolor en la punta del pene, enrojecimiento e hinchazón.
La circuncisión requiere un periodo de cicatrización tras la intervención, durante el cual podríamos experimentar problemas al orinar. Además, durante dicha recuperación, tendremos que esperar varias semanas sin realizar prácticas sexuales como la masturbación o las relaciones coitales.
En el peor de los casos, tras la operación se puede experimentar sangrado, una infección o fluidos amarillentos con mal olor en la punta del pene.
Los niños muy pequeños pueden sufrir irritación en la superficie del glande. Esto se debe a su roce con la orina en el pañal, por su contenido en amonio.
Otras complicaciones
Aunque no es lo habitual, puede ocurrir que el prepucio quede demasiado corto o demasiado largo, o que se den complicaciones con la cicatrización. Si eso ocurre, puede ser necesaria una segunda intervención para reparar el problema.
Pese a los riesgos, no tenemos por qué alarmarnos. Ya que el ratio de incidencias respecto a la circuncisión es bastante bajo. Si creemos que padecemos de fimosis, no hemos de tener ningún miedo de acudir al especialista y, de ser necesario, someternos a esta sencilla intervención. De ninguna manera se pierde sensibilidad en el glande ni afecta a la vida sexual y, como se ha explicado, puede incluso mejorarla. Los beneficios superan a las desventajas.
