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¿Qué es la melanina?
La melanina, su definición, su tipología y sus funciones forman el grueso del presente artículo. Pretendemos darte a conocer la importancia de esta sustancia para el organismo y para tu estado de salud en general.
Es una sustancia de origen natural que se encarga de controlar la pigmentación de la piel para protegerla de los rayos del sol. Se encuentra también en el pelo y en los ojos. Proviene de la tirosina, un aminoácido, y también puede provocar la aparición de canas en el cabello.
La melanina se genera gracias a la acción de los melanocitos, unas células que se encuentran en la capa exterior de la epidermis y que varían en función de la raza de cada persona. La propia selección natural ha provocado que el tono de la piel sea más oscuro en aquellos países en los que las personas se exponen más al sol y más pálido en otras naciones situadas más al norte. En el color de la piel incide la movilidad celular, más intensa en personas de piel oscura, y el hecho de que cada 10 años se pierda un 10% de los melanocitos.
Tipos de melanina
Básicamente son los tres que ahora describimos:
- Neuromelanina. Se genera en las neuronas del locus coeruleus, en el nervio vago y en la sustancia negra. Hasta la fecha se ignora su función exacta, pero sí se conoce que va aumentando a medida que se cumplen años.
- Eumelanina. Es de color negro o marrón oscuro (más frecuente en los jóvenes de raza caucásica). Se caracteriza por estar presente en un alto porcentaje de seres humanos. Se caracteriza también por contener azufre.
- Feomelanina. Dado su elevado contenido en azufre da lugar a colores amarillos o rojizos. Si eres pelirrojo/a, este será el tipo de melanina más abundante en tu organismo. Es de vital importancia no exponerse a los rayos ultravioletas, ya que eso puede conllevar la aparición de un carcinoma.
Funciones de la melanina
Su función principal es conseguir que los rayos del sol no penetren hasta las capas más profundas de la piel. Su capacidad de absorción de los rayos ultravioleta es magnífica y por esa razón ayuda a evitar enfermedades relacionadas con la dermatología. Debemos añadir que su función dependerá del tipo de fototipo de cada persona, de manera que:
- El fototipo I es el que tiene una piel que se quema con facilidad y que apenas se broncea.
- El fototipo II obedece a las pieles que se broncean raramente y se queman fácilmente.
- El fototipo III es el que tienen aquellas pieles que se broncean progresivamente y se queman de manera ocasional.
- El fototipo IV es el de la piel que se broncea fácilmente sin quemarse.
- El fototipo V es aquel en el que se clasifican las pieles con una moderada pigmentación.
- El fototipo VI recoge las pieles con mayor pigmentación.
Dependiendo de tu fototipo y tu tipo de melanina el dermatólogo podrá hacerte el estudio oportuno.
Enfermedades relacionadas con la alteración de los niveles de melanina
Básicamente son cuatro:
- El albinismo. La proporción es de un caso por cada 10 000 afroamericanos y de un caso por cada 36 000 personas de raza blanca. Se caracteriza por la reducción, o ausencia, de melanina en el cabello y la piel, entre otras zonas. Si es del tipo oculocutaneous amarillo el paciente puede recuperar progresivamente la pigmentación a lo largo de su vida. En caso contrario, los albinos se caracterizan por tener el pelo y la piel de color blanco, así como por padecer ciertos problemas de visión. Se les recomienda protegerse correctamente del sol y tomar las precauciones que estime el especialista encargado de su caso.
- El síndrome de Waardenburg, que afecta especialmente a la raza india en una proporción de un caso por cada 200 nacimientos, puede llegar a provocar sordera.
- El Parkinson. Estudios recientes parecen confirmar que su aparición está íntimamente ligada a un nivel más bajo de neuromelanina en el cerebro. Esta circunstancia provoca que los niveles de dopamina, el neurotransmisor que controla los movimientos del cuerpo, desciendan, provocando los síntomas habituales de esta enfermedad.
- El vitíligo. Puede tener origen genético, siendo parte de una enfermedad autoinmune que provoca la pérdida de melanocitos en áreas determinadas de la piel. Normalmente, las zonas afectadas son las manos, la boca, los ojos y la nariz.
Curiosamente, se ha observado que la adicción a la nicotina es mayor en personas de piel clara que en las de raza negra. Al parecer, este tóxico incide directamente en la síntesis de la melanina en el organismo, provocando ciertas alteraciones que pueden dar lugar a las enfermedades arriba mencionadas.
Recomendaciones para proteger tu piel
La mejor manera de conservar unos niveles correctos de melanina en la piel pasa por poner en práctica los siguientes consejos:
- Independientemente de tu fototipo y de tu raza, nunca tomes el sol sin protección solar. Los melanocitos tienen una función determinada y someterlos a una presión demasiado alta puede provocar la aparición de las manchas o dolencias ya comentadas.
- Acude al dermatólogo una vez al año para que revise tus lunares, pecas e irregularidades. Resulta imprescindible hacerles un seguimiento que permita al especialista definir de qué se trata y, si procede, llevar a cabo una intervención que conlleve la retirada quirúrgica de manchas, melanomas o irregularidades diversas que pueden convertirse en algo más grave.
- Recuerda que tu piel es el órgano más grande de tu cuerpo y el más expuesto a agentes externos. Solo protegiéndola correctamente, tanto con la ropa como con productos de higiene adecuados, conseguirás evitar problemas de salud de cierta gravedad.
El dermatólogo tiene la palabra
Esperamos haberte explicado con claridad en qué consiste la melanina y haberte dado la información necesaria para que acudas a tu dermatólogo. Esta es la mejor medida de prevención posible para conseguir que tu capa protectora termine degenerando en dolencias de mayor gravedad como el cáncer de piel. Confía siempre en tu dermatólogo, déjate guiar por sus consejos y no tardarás en proteger tu piel de forma eficiente.