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Reconocer los síntomas del coronavirus y conocer cuáles son las pautas que debes seguir en ese caso son los objetivos del presente artículo. Toma nota de las siguientes recomendaciones para no contraer la COVID-19.
¿Qué tipo de paciente eres?
Antes de conocer los consejos más eficaces para evitar que la enfermedad avance, es fundamental que tengas en cuenta estos factores:
· ¿Cuál es tu grupo de edad?
· ¿Padeces algún tipo de enfermedad que pudiera complicar el diagnóstico?
· ¿Vives con alguien perteneciente a un grupo de riesgo al que podrías contagiar?
Tras responder a estas preguntas, solo te quedaría tener la facultad de identificar los síntomas correctamente para proceder con el tratamiento más adecuado.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Al comenzar la enfermedad, es habitual que:
· Tosas a menudo.
· Estornudes más de lo habitual.
· Tengas fiebre.
· Sientas un malestar generalizado similar al que provoca la gripe.
· Padezcas dolores musculares.
· Notes una sensación de alteración del gusto y del olfato.
· Observes problemas de movilidad.
· No puedas hablar correctamente.
Si has estado en situaciones de riesgo unas dos semanas antes y crees que has podido contagiarte, no dudes en poner en práctica estas pautas.
Aislamiento
Es aconsejable que elijas una habitación de tu casa y que no tengas contacto con ninguna otra persona. De no poder cumplir esta condición, mantén una distancia de seguridad de dos metros y lleva mascarilla. Siempre te pueden ayudar dejándote la comida en la puerta de esta estancia y debes avisar cada vez que necesites ir al baño para evitar el contagio. Para limpiar tu habitación debes:
· Abrir la ventana durante un mínimo de cuatro horas al día.
· Limpiarla a diario con una solución de agua con lejía. Usa materiales desechables para esta labor y guantes de un solo uso.
· Cambiar las sábanas y la funda de la almohada con mayor asiduidad.
No olvides que te puedes comunicar con tus familiares o amigos usando opciones como las llamadas telefónicas o la videoconferencia. Evitar las visitas es siempre adecuado, tanto como mantener tu salud mental y tus ganas de relacionarte durante tu convalecencia. Usa un cubo de basura con un pedal de apertura y cierra muy bien la bolsa antes de dársela a alguien para que la tire.
Extremar la higiene de manos
Un lavado de manos debe durar unos dos minutos. Debes concentrarte en limpiar las palmas, los dorsos, la zona interdigital, las uñas y las muñecas. Usa un jabón con pH neutro para proteger tu piel. De no tener un baño propio en tu habitación, puedes usar un gel hidroalcohólico.
No tocarte la cara o los ojos
Es una costumbre muy arraigada, pero de tener algún síntoma es imprescindible que no toques tu cara para que las mucosas nasales y oculares no entren en contacto con el virus.
Lavado de ropa y de los platos que utilices
En ambos casos, se recomienda usar una temperatura de lavado superior a los 60 grados. La ropa la debes introducir en una bolsa con cierre hermético y no sacudirla en ningún momento.
Avisar a tu médico de familia
Resulta imprescindible que tu médico conozca tu estado y que estés siempre disponible para las posibles pruebas que pudieran realizarte y conocer así la evolución de los síntomas. Ellos se encargarán de aconsejarte y de analizar tu estado para, si procede, derivarte al hospital.
Si tu caso empeora progresivamente
No olvides que los síntomas más leves se pueden alargar durante unas dos semanas. Si la fiebre no deja de aumentar y tienes dificultades respiratorias debes llamar al 112 o al teléfono que tu comunidad autónoma haya elegido para estos casos. Cuanto antes lo hagas, más posibilidades tendrás de superar la enfermedad.
Cuidados que puedes poner en práctica
Si no notas síntomas de gravedad, los médicos aconsejan que apuestes por estas recomendaciones:
· Se ha confirmado que el paracetamol es eficaz para eliminar el malestar y bajar la fiebre. Tómalo según te indiquen.
· Debes mejorar tu hidratación para regular la temperatura de tu cuerpo y facilitar la expulsión de toxinas.
· De tener una sensación constante de fiebre, date una ducha templada.
· Intenta descansar todo lo posible. Reduciendo el esfuerzo es más fácil evitar que tu aparato respiratorio se someta a esfuerzos demasiado intensos.
· Realiza estiramientos suaves o algún tipo de ejercicio de baja intensidad de forma diaria para mantener el tono muscular. El yoga o el pilates son dos alternativas muy eficaces.
Tu seguro médico puede ofrecerte el apoyo de un equipo de profesionales especializado que te haga más llevadera la enfermedad. Ahora que conoces los síntomas del coronavirus y las pautas más eficaces, solo queda que puedas identificar los primeros y aplicar las segundas. De ti depende poder superar una enfermedad que ha de ser siempre cogida a tiempo para evitar las tristes consecuencias conocidas por todos.
