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Causas y síntomas de la otitis externa

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La otitis es una dolencia en la cual está infectado el oído y suele ocurrir sobre todo en los niños, aunque también en adultos debido, por ejemplo, a frecuentar las piscinas. En este caso, queremos hablar de la otitis externa, sus síntomas y tratamientos.

Qué es la otitis externa

La otitis externa es una de las enfermedades del oído más frecuentes, que consiste en una infección e inflamación del conducto auditivo. Se produce en el oído externo, tal y como su nombre indica, y normalmente a causa de una acumulación excesiva de humedad. Además, para definirla debemos hacer una diferencia entre los subtipos existentes.

La más frecuente, como hemos dicho, es la que se produce en niños, que es la difusa. El rango de edad va de cinco a doce años y suelen sufrirla también los nadadores.

La micótica se produce a causa de un cambio del pH del conducto externo. La humedad y el calor hacen de reservorio para los hongos, por lo que estos tienden a crecer. Normalmente, su origen se encuentra en antibióticos tópicos por gotas o, tal como hemos dicho, por pasar mucho tiempo en el agua.

También puede existir la localizada, que se asocia con el enrojecimiento y la inflamación y porque quien la sufre pierde temporalmente un poco de audición. Su origen se encuentra en un forúnculo.

La maligna es la más grave de todas, ya que aunque se produce también en el conducto auditivo externo, la infección se extiende hasta el hueso temporal. Esta otitis externa se acompaña de un gran dolor en el oído, así como de dolores de cabeza.

Por último, la eccematosa descama el conducto, además de enrojecerlo y de producir dermatitis. Puede acompañar a otras afecciones como la dermatitis en sí, el lupus o el estrés.

La otitis aguda se suele manifestar mucho más en edad escolar, así como en la época veraniega, a causa de las piscinas. No es contagiosa y se produce a menudo en personas que tienen inmunodeficiencias, pero tal y como hemos dicho no con exclusividad, pues es muy frecuente también en niños. En el caso de los bebés, esta afección es también muy común, y antes de acudir a un profesional sanitario podemos darnos cuenta debido al llanto y a la irritabilidad, así como, en ocasiones, a la fiebre.

En definitiva, en la otitis externa se ve afectado el conducto externo de la audición, el cerumen puede verse alterado a causa de un exceso de humedad, y esto es lo que genera mayor actividad de hongos y bacterias, que acaban afectando a esta barrera protectora.

A continuación mostramos cuáles son los principales síntomas que pueden aparecer en una otitis externa.

Principales síntomas

Pueden ser muy variados, pero uno de los más frecuentes es la hinchazón. Normalmente, dicha hinchazón se confunde con un tapón en el oído, pero lo que sucede es que los ganglios se incrementan de tamaño. Este aumento va de la mano de un dolor de oído, que es otro de los principales síntomas, junto con el picor. El dolor puede ir de más a menos grave, y en algunas ocasiones puede llegar incluso a ser molesto a la hora de masticar.

El dolor de oído, que es el síntoma más común, a veces se acompaña de fiebre y vértigos, y con menor frecuencia de parálisis faciales.

Otro de los síntomas es la otorrea, que es la supuración del oído, que comienza siendo de un color claro y va pareciéndose cada vez más al pus, de un color mucho más opaco.

Cómo se trata una otitis externa

La otitis externa puede tener diferentes tratamientos, ya que como hemos dicho cuando la estábamos definiendo, puede haber diferentes tipos y, por tanto, distintos niveles de gravedad. La infección y los síntomas pueden variar, pero con carácter general, en la mayoría de las otitis se suelen recetar medicamentos tópicos, como son las gotas de oídos con antibióticos. Normalmente, es suficiente con aplicar estas gotas durante una semana o, como máximo, diez días, aunque deben aplicarse varias veces a lo largo del día.

En ocasiones, no obstante, es complicado aplicar correctamente las gotas a causa de que el canal auditivo externo puede encontrarse muy hinchado. En estos casos, el tratamiento se acompaña, en primer lugar de esteroides, los cuales son recetados por el médico y sirven para que la hinchazón del conducto auditivo externo se reduzca. Por otro lado, es posible que el profesional sanitario coloque una mecha dentro del canal, de modo que el antibiótico pueda abrirse paso de esta manera.

En ocasiones, los medicamentos también se pueden recetar de forma sistémica; dependerá de la gravedad y del criterio del profesional de la salud, ya que normalmente, la vía oral se utiliza para infecciones un poco más graves. A su vez, en ocasiones, la eliminación del pus es parte del tratamiento. Dicha parte del tratamiento se lleva a cabo mediante la succión o la aspiración de las diferentes partículas concentradas en el canal.

Otro tratamiento complementario, así como imprescindible en ocasiones, podría ser el cultivo del pus del canal auditivo. De este modo, podremos saber con seguridad el hongo o la bacteria que está generando la infección y se podrá aplicar el tratamiento correcto. Por último, cabe señalar que a veces se utilizan otro tipo de pastillas como complemento, las cuales se adquieren libremente en la farmacia, para aliviar el dolor mientras se cura la infección con los medicamentos.

Conclusiones

En definitiva, la otitis es una afectación del oído externo que se produce por la alteración de la barrera de protección natural que tenemos, que es el cerumen, normalmente a causa de hongos o bacterias que se reproducen por un exceso de humedad. Los síntomas pueden ser muy molestos, como el hinchazón del canal, el dolor de oído, de cabeza o fiebre, pero los tratamientos, normalmente tópicos, son rápidos y eficaces.

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