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La enfermedad del Ébola, también conocida como fiebre hemorrágica del Ébola, es una afección con una elevada tasa de mortalidad que resultó identificada por primera vez en África en los años 70 del pasado siglo.
No existe un tratamiento del ébola específico, aunque recientes investigaciones sobre vacunas han demostrado su efectividad, en especial las pruebas realizadas desde 2015.
Tres preguntas con respuesta sobre el Ébola
A continuación, ofrecemos respuesta a tres de las preguntas más habituales que suscita el ébola.
¿Qué es el virus del Ébola?
El virus del Ébola es un agente infeccioso microscópico que fue localizado por primera vez en África, en concreto en la antigua Zaire, en 1976. Se trata del patógeno que desencadena la enfermedad infecciosa del ébola, que afecta tanto a los seres humanos como a ciertos primates. Entre 2014 y 2016 tuvo un grave repunte en África occidental, ocasionando la infección de 28.646 personas, de las cuales fallecieron 11.323.
¿Cuál es la tasa de mortalidad para aquellas personas que han contraído el ébola?
De cada 10 personas infectadas por el virus del Ébola, fallecen entre 5 y 9 de ellas, aunque existen variaciones, según el tipo de virus del que se trate. La causa de la muerte suele ser un fallo multiorgánico acompañado, después, por un shock hipovolémico. El tiempo que transcurre entre la percepción de los primeros síntomas de la enfermedad y el fallecimiento es de entre 2 y 21 días.
¿Cómo se contagia la enfermedad por el virus del Ébola?
El contagio se puede dar por el contacto a través de la sangre o de otros fluidos: saliva, orina, heces, vómito, sudor, leche materna, semen, etc. También puede ocurrir mediante el contacto con animales que hayan resultado previamente infectados. Los varones que hayan sobrevivido la enfermedad aún pueden transmitirla durante los 18 meses posteriores a través del semen. Los datos sobre el virus indican que no se contagia a través del agua, ni del aire, ni debido a picaduras de insectos. Sin embargo, sí lo hace diseminándose, ya sea por contacto, por materiales y superficies. Consecuentemente, los cuidadores y profesionales médicos que no usan la protección adecuada corren un elevado riesgo de infección.
¿Cuáles son los síntomas del Ébola?
En las personas infectadas, los principales síntomas del Ébola son: aparición súbita de fiebre elevada, cefalea, debilidad general, escalofríos, vómitos, diarrea, dolor en músculos y articulaciones, dolor de garganta, congestión en los ojos, alteraciones hepáticas y renales y erupciones en la piel de tono rojizo. Otros síntomas avanzados son la insuficiencia en distintos órganos y el sangrado por la boca, nariz y ojos, así como por el recto.
¿Qué tratamiento tiene el Ébola en la actualidad?
Aunque numerosas compañías farmacéuticas y centros de investigación públicos y privados están volcados en la búsqueda de fármacos eficaces para el tratamiento del Ébola, hasta el momento no existe ninguno efectivo. Ahora bien, hoy en día ya se combaten los síntomas que desencadena, como la deshidratación. Para tratarla, los pacientes ingieren sales de rehidratación oral. La fiebre se trata con Acetaminofén, mientras que las hemorragias se afrontan con transfusiones de sangre o la administración endovenosa de líquidos. Una parte fundamental del tratamiento es la vigilancia de la presión arterial y el pulso, así como de la frecuencia cardiaca, entre los principales signos vitales del paciente. Administrar plasma sanguíneo procedente de pacientes que han sobrevivido a la enfermedad ha demostrado cierta efectividad, ya que cuenta con anticuerpos.
¿Cómo estar cubierto en el caso de viajar a países con riesgo de contagio?
La crisis del Ébola que tuvo lugar entre 2014 y 2016 afectó especialmente a Liberia, Sierra Leona y Guinea, aunque también se detectaron casos en Senegal, Nigeria, Mali, Estados Unidos, Reino Unido, Italia y España. El caso se dio completamente por cerrado, sin embargo, en agosto de 2018 la República Democrática del Congo reconoció la aparición de un nuevo brote, causando 20 fallecimientos.
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