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La dermátitis atópica en niños: causas y síntomas

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La dermatitis atópica en niños es una enfermedad que provoca cierta alarma en los padres dados sus síntomas y las molestias que genera. A continuación, explicamos en qué consiste, cómo identificarla y cuál es el tratamiento más eficaz, entre otros factores.

Definición y síntomas de la dermatitis atópica

Es una dolencia que afecta en torno al 10 % de los bebés y de los niños. También se le conoce como eccema o eccema tópico. Es habitual que haga su aparición durante el primer año de vida y que se mantenga hasta los cinco años. Entre los síntomas más habituales observamos que el niño o la niña:

· Se rasca continuamente, lo que provoca el enrojecimiento y el daño de la piel.

· Presenta erupciones en la cara, las rodillas y los codos principalmente. A medida que crece, es habitual encontrarla en los pliegues de la piel y en las manos. También puede extenderse al cuero cabelludo y la parte posterior de las orejas.

· Tiene zonas infectadas que presentan engrosamiento cutáneo, costras o pequeñas vesículas rellenas de pus.

Causas, prevención y tratamiento

Es importante subrayar que el término atópica se usa para tres enfermedades: la dermatitis, la fiebre del heno y el asma. Si alguno de los padres ha padecido alguna de estas enfermedades, es seguro, casi en un 80 % de las ocasiones, que el bebé padecerá dermatitis atópica.

La herencia genética provoca que las células reactivas que tiene el niño o la niña en la piel sean más numerosas y que su función no sea la correcta, provocando un desequilibrio funcional ante agentes externos como el frío, la suciedad o la contaminación.

Afortunadamente, hay una serie de consejos que podemos poner en práctica para prevenir esta reacción:

· Bañar al bebé afectado en días alternos para proteger mejor su piel. Usaremos siempre agua tibia y al terminar el baño utilizaremos una toalla que nos permita eliminar la humedad de todos los pliegues y zonas sensibles. Terminaremos aplicando una crema hidratante.

· Cortar las uñas de nuestro hijo al menos una vez a la semana para evitar que se haga daño al rascarse.

· Si observamos que nuestro pequeño suda, debemos proceder al baño de la forma arriba indicada.

· La ropa de nuestros pequeños ha de ser de hilo o de algodón. El calzado, de tela o de cuero.

· Es recomendable airear durante unas cuatro horas al día la habitación en la que duerman. Igualmente, recomendamos limpiarla cada dos días para evitar que la suciedad pueda alterar su piel. Es muy útil una aspiradora para limpiar alfombras, cortinas y juguetes de peluche.

¿Cuál es el tratamiento más recomendable?

El recomendado por los pediatras se basa en distintos factores que pasamos a explicar en este listado:

· La educación que debe recibir el pequeño y su familia. Hace referencia a los consejos expuestos en el apartado anterior que deben seguirse siempre para prevenir la aparición de la enfermedad.

· El uso de emolientes.  El objetivo final es recuperar la capa protectora de la piel. Este tipo de cremas nos ayuda a alcanzar esta meta más fácilmente.
· Cremas con corticoides. A mayor picor, más molestias y más deseos de rascarse. El uso de este producto nos ayuda a prevenir esta circunstancia y a calmar la piel con enorme eficacia.

· Mupirocina tópica o acido fusídico. Se usan para curar la infección que haya podido producirse en una zona concreta de la piel.

En todos los casos, es imprescindible seguir la posología recomendada por el pediatra y volver a la consulta tras la finalización del tratamiento. En algunas ocasiones, el profesional podría derivar al bebé a dermatología dependiendo de su reacción a la medicación o a la gravedad de su caso.

¿Debemos cambiar la dieta del bebé que padece este tipo de dermatitis?

Sí, ya que, según los investigadores, hay una serie de alimentos, como los que ahora explicamos, que podrían provocarla:

· Huevos y leche en lactantes. A pesar de que no hayan entrado en su dieta.

· Frutos secos.

· Pescados y mariscos.

Recomendamos ir probando los efectos de cada alimento retirándolo de forma alterna para comprobar qué provoca este tipo de reacción. Igualmente, aconsejamos la inclusión de probióticos (como el Lactobacillus) siempre bajo supervisión del pediatra correspondiente.

¿Por qué es importante confiar en el seguro médico?

Consultar con el médico es la mejor opción para afrontar este tipo de problemas y conseguir que la salud de nuestros hijos sea óptima. La dermatitis atópica en niños es una dolencia que puede superarse si confiamos siempre en el especialista. Lo adecuado es llevar a nuestro bebé a la consulta correspondiente en cuanto advirtamos los primeros síntomas. De este modo lograremos evitar el avance de esta dolencia y, sobre todo, mantener el buen estado de salud de nuestros hijos evitándoles molestias que pueden llegar a alterar su calidad de vida.

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