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La circuncisión masculina es una intervención quirúrgica que se realiza de forma muy frecuente y que tiene sus indicaciones, ventajas y riesgos. En algunas culturas, como la judía y algunas de África y Australia, se realiza como un ritual o tradición, por lo que se practica de forma casi universal.
Qué es la circuncisión
Esta palabra deriva de dos vocablos latinos: circum, «alrededor», y cisio, «cortar». Es pues, un corte circular que se practica en el extremo distal del pene. El objetivo es suprimir el prepucio, que es la piel elástica y retráctil que existe sobre el glande y cuya eliminación lo deja al descubierto.
Sin embargo, sabemos que este procedimiento no es algo esencial para la salud del niño. Debido a esto, la decisión suele tomarse en base a preferencias personales, costumbres familiares o creencias religiosas de los padres.
Ventajas y beneficios
Tenemos constancia de que las asociaciones de pediatría de varios países concuerdan en decirnos que los riesgos de la circuncisión quedan ampliamente superados por los beneficios. En el caso de fimosis, cuando se dificulta la retracción del prepucio, sí está indicada específicamente para evitar infecciones e inflamaciones.
1. Prevención de infecciones de las vías urinarias
Aunque el riesgo de contraer infecciones urinarias es menor en los hombres, está presente. Una infección de esta índole es más frecuente en niños no circuncidados y nos puede provocar problemas renales en la edad adulta.
2. Mejor higiene
Cuando el prepucio está presente debe ser retraído para poder lavar correctamente la parte que queda cubierta por él, llamada glande. En los hombre circuncidados la higiene personal se hace mucho más fácil, ya que se elimina este paso previo y puede procederse a lavar el glande directamente.
3. Riesgo de padecer cáncer
Aunque el cáncer de pene se presenta con poca frecuencia, su aparición es más rara aún en los hombres que están circuncidados. Además, el cáncer de cuello uterino es menos frecuente en sus parejas.
4. Infecciones de transmisión sexual
La infecciones venéreas, como el VIH, son menos frecuentes en quienes están circuncidados. De igual manera, con o sin circuncisión tenemos que mantener las medidas destinadas a la prevención de las enfermedades venéreas.
Cómo se hace la operación
Esta intervención es muy sencilla y puede ser llevada a cabo por el neonatólogo, pediatra, un cirujano o el médico obstetra. Dura de 10 a 20 minutos y antes de iniciarla se ponen en práctica medidas para controlar el dolor. Estas son anestésicos tópicos en forma de crema, o bloqueos por inyección de medicamentos anestésicos en el pene.
Técnicas quirúrgicas
Existen diversos procedimientos que pueden ser aplicados al eliminar el prepucio. Antes de proceder aplicamos antisepsia y desinfección de la zona.
1. Técnica de la campana
Para este método procedemos a separar el prepucio del glande con un instrumento quirúrgico llamado estilete. Posteriormente se coloca una campana entre ambos, lo que protege el glande y facilita la intervención. Procedemos entonces a atar un hilo de sutura alrededor del prepucio y eliminamos este, seccionando con un bisturí sobre la campana y bajo la línea delimitada por el hilo, que habrá bloqueado el flujo de sangre.
2. Pinza de Gomco
Para este procedimiento separamos igualmente con el estilete el glande y el prepucio. Colocamos también la campana y extendemos sobre ella la piel pero en lugar del hilo de sutura utilizamos una pinza de Gomco, especialmente diseñada para rodear el pene y detener la circulación sanguínea. Procedemos entonces a seccionar el prepucio alrededor de la pinza con un bisturí.
3. Pinza de Mogen
Para esta técnica realizamos también el paso previo de separar el prepucio del glande con un estilete. La que utilizamos es otro tipo de pinza que tiene una ranura por la que se introduce el prepucio. Una vez ajustada, se secciona alrededor con un bisturí. La pinza de Mogen se deja colocada unos minutos para evitar el sangrado.
Esta intervención en los bebés no requiere puntos de sutura posteriores. Colocaremos un vendaje y en unos 10 días suele estar cicatrizada la herida.
Riesgos de la circuncisión
Como en cualquier intervención quirúrgica, existe la posibilidad de que se presenten efectos secundarios en relación a la anestesia, un sangrado excesivo o se que haga una infección en la herida. En casos muy contados puede haber una lesión del glande o complicaciones con el prepucio. Puede que vuelva a adherirse al glande, lo que requiere una sencilla reintervención. Es posible también que tarde en cicatrizar o que se haya cortado excesivamente o muy poco.
Cuándo hacer la circuncisión
Lo habitual es que este procedimiento se realice en los primeros días de vida. En los adultos la intervención puede complicarse por lesiones en el frenillo previas y requiere luego al menos un mes de abstinencia sexual. Por ser los tejidos más consistentes que los de un bebé, serán necesario que coloquemos puntos de sutura.
Si los padres deciden circuncidar a su bebé, procederemos a hacerlo en los primeros días de vida e inclusive cuando aún no ha salido del centro de salud. En el caso de que el recién nacido presente alguna complicación neonatal, esperaremos hasta que se haya resuelto totalmente para circuncidarlo. Si el bebé es prematuro, pospondremos en momento de llevarla a cabo.
Entre los judíos la circuncisión se practica al octavo día de vida del niño. Se llama Brit Milá y se hace durante la mañana. Quien se ocupa de su ejecución es una persona de sexo masculino llamada el mohel. Es un especialista que, bajo la guía de un maestro, adquiere sólidos conocimientos acerca del procedimiento y del ritual.
Entre algunas poblaciones africanas se realiza la circuncisión en la adolescencia. El propósito es que sirva como método de protección adicional contra las enfermedades de transmisión sexual.
La circuncisión es un procedimiento sencillo, relativamente indoloro. Aunque no es indispensable para la salud del niño o del futuro adulto, es una medida que tiene efectos higiénicos importantes.
