Los test de coronavirus rápidos y los test CPR son dos formas de diagnosticar esta enfermedad. Los dos nos sirven para comprobar si alguien se ha infectado de coronavirus, aunque presentan ciertas diferencias.
Detectar el coronavirus
El test PCR lleva ya tiempo entre nosotros, ya que es utilizado desde hace años en relación a las enfermedades infecciosas. Detecta enfermedades y los tratamientos se pueden aplicar de forma efectiva. Es el primer test que se está realizando desde que apareció el COVID-19 en España. Con este test analizamos una muestra respiratoria en un laboratorio de microbiología y si se identifica el ARN del virus, esa persona da positivo en la enfermedad.
Esta prueba es algo compleja y precisa personal acostumbrado a su realización para acometerlo de forma ágil y correcta. Puede tardar, además, bastantes horas, algo que no podemos permitirnos en momentos de rápida expansión del virus.
Un diagnóstico más rápido
Los test rápidos pueden identificar la enfermedad en una persona en apenas diez o quince minutos. Se han empezado a utilizar hace poco, porque hacía falta contar con un número considerable de pacientes infectados para conocer los anticuerpos.
Estos test rápidos se pueden hacer de dos maneras:
· Mediante la detección de anticuerpos en una muestra de sangre.
· Mediante la detección de proteínas del virus en muestras respiratorias.
Su funcionamiento es similar al de los test de embarazo: una plataforma de papel con proteínas del virus adheridas para reconocer los anticuerpos, o papel con anticuerpos concretos para detectar las proteínas del virus.
La sencillez y rapidez de los test de coronavirus rápidos serán de gran utilidad en estos momentos tan delicados. Pueden llevarse a cabo incluso en el domicilio si el personal sanitario lo considera oportuno. De este modo, el trabajo de prevención es mucho más ágil y los profesionales de la salud pueden trabajar con mayor eficiencia.
