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Las medidas para frenar al coronavirus cada vez son más severas, ya que hay una evidencia científica que culpa a quienes presentaban síntomas leves o incluso eran asintomáticos del hecho de que 2 de cada 3 personas que se contagiaron en China.
Transmisiones sigilosas de pacientes asintomáticos
Según Jeffrey Shaman, profesor de Ciencias Ambientales en la Universidad de Columbia, el COVID-19 tiene un peligro mucho mayor al ser expandido por las llamadas transmisiones sigilosas. Quiere decir que aquellas personas que están contagiadas y se sienten sanas o que no están detectadas transmiten el virus a los demás. Esto provoca que el desafío sea mayor a la hora de intentar frenar esta pandemia.
La investigación de Shaman demuestra que en las primeras etapas de este virus se detectó que por cada paciente infectado había otros 6 pacientes asintomáticos que podrían tenerlo.
¿Qué se puede hacer contra el COVID-19?
Una de las restricciones que han hecho que la tasa de contagio se vaya conteniendo previniendo la aparición de nuevos casos es el confinamiento de los ciudadanos en los hogares. Esto conlleva salir exclusivamente por causa de fuerza mayor como ir a por medicamentos, hacer la compra, sacar al perro con paseos cortos o ir al trabajo.
Lo ideal para que este brote se vaya frenando es la conciencia social, ya sea mediante el uso de materiales de protección (guantes y mascarillas) o reduciendo las salidas a la calle.
Cobertura del seguro de salud
Por parte del sector sanitario, lo importante es detectar a quienes están infectados sin saberlo para evitar la expansión vírica, teniendo en cuenta que el seguro de salud sigue sufragando los costes del diagnóstico y tratamiento de esta infección.
En definitiva, el coronavirus es muy preocupante en aquellos pacientes que no tienen síntomas. Para evitar una mayor propagación, lo mejor es el confinamiento total de la población, a excepción de causas mayores.
