La COVID-19 se ha convertido en una de las grandes protagonistas de 2020. La pandemia de coronavirus ha arrojado, sin embargo, un dato más que curioso: los hombres son más propensos a infectarse. Analizamos los datos oficiales y las causas de esta anomalía en los siguientes apartados.
Datos estadísticos
El análisis de la información oficial no deja lugar a dudas. Esta es la tasa de mortalidad de los pacientes masculinos en relación a las mujeres contagiadas por franja de edad:
· Entre los 30 y los 39 años, fallece el 0,4 % de los hombres frente al 0,1 % de las mujeres.
· Entre los 40 y los 49 años, la proporción es de un 0,6 % frente a un 0,2 %.
· Entre los 50 y los 59 años, de un 1,5 % por un 0,6 % de fallecimientos femeninos.
· Entre los 60 y los 69 años, un 4,6 % de hombres fallece por un 2,1 % de mujeres.
· Entre los 70 y los 79 años, un 13,1 % por un 7,3 %.
. Entre los 80 y los 89 años, un 24,8 % por un 16,6 %.
· A partir de los 90 años fallece un 30,7 % de hombres por un 20,7 % de mujeres
El análisis de estos datos parece concluir que en las franjas de edad entre los 30 y los 49 años así como en la que va de los 70 a los 90 existen algunos puntos de diferencia. Entre los 50 y los 70, hay un doble de probabilidades de deceso en los hombres.
¿Por qué los hombres son más propensos a contagiarse con el coronavirus?
Según el European Heart Journal, todo se debe a una proteína encargada de convertir la angiotensina 2 (ACE2) que está más presente en la sangre masculina, especialmente en la de pacientes con enfermedades cardíacas.
Esta proteína se identificó como puerta de entrada del coronavirus en las células. No en vano, está presente en el corazón, los riñones, el hígado, los genitales y los pulmones. Se encarga de regular la tensión arterial. Además, la ingesta de medicamentos del grupo de inhibidores de RAAS (renina-angiotensina-aldosterona) para corregir problemas cardíacos termina por aumentar la presencia de ACE2 en el plasma.
El virus la usa para expandirse en menos tiempo por el cuerpo. Semejante circunstancia provoca que la infección sea letal al afectar a órganos vitales y no solo al aparato respiratorio. Es importante recordar que la muerte por coronavirus también se produce por la aparición de trombos, problemas circulatorios y otras complicaciones.
Algunos especialistas han apostado por eliminar los inhibidores de RAAS de la medicación habitual de sus pacientes cardíacos. Los resultados de esta medida son una incógnita, aunque los primeros indicios apuntan a un empeoramiento de los síntomas cardíacos y a una pérdida de calidad de vida del paciente casi inmediata.
Otros investigadores han analizado caso por caso la muerte de varones chinos y parecen afirmar que el tratamiento de enfermedades de cierta gravedad deja secuelas en el organismo impidiendo que este tenga la capacidad de evitar el contagio. Igualmente, se concluyó que solo un 35 % aproximadamente de hombres chinos es tratado de su hipertensión con medicamentos como los arriba mencionados, pero, aun así, también han fallecido por la COVID-19 debido a otros factores como la edad.
Además, cardiólogos expertos subrayan que también el hombre es más propenso a padecer cáncer, obesidad, diabetes o dolencias pulmonares debido a una dieta poco recomendable o a hábitos como fumar o beber alcohol.
Sorprende, tras leer la información anterior, que uno de los proyectos médicos chinos con mejores resultados esté siendo, precisamente, el que se encarga de aumentar los niveles de ACE2 en la sangre de los pacientes. Según se indica en sus primeras valoraciones, la lesión pulmonar provocada por el virus mejora y el paciente tiene la capacidad de recuperar, progresivamente, su capacidad para respirar de forma autónoma.
Teniendo en cuenta las investigaciones europeas y asiáticas, resulta complicado llegar a una conclusión respaldada por resultados eficaces. La estadística es abrumadora, la comunidad científica confirma que los hombres son más propensos a contagiarse con el coronavirus, pero sigue sin aparecer un estudio concreto que aclare qué se puede hacer en caso de contagio para salvarle la vida al paciente con dolencias cardíacas previas. La retirara brusca o progresiva de la medicación no ha sido eficaz por lo que urge encontrar una alternativa menos lesiva.
Si eres hombre y tienes síntomas, confía en tu seguro de salud para hacerte una prueba que detecte si te has infectado. Recuerda que, de momento, un diagnóstico precoz puede ayudarte a frenar el avance de la enfermedad.
Debemos ser optimistas respecto a una cura futura de la COVID-19 y también en lo que respecta a llegar a conclusiones más estables sobre la incidencia en los hombres de la enfermedad.
