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Relación entre dislexia y comprensión lectora

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La dislexia afecta a un 15 % de la población. Este trastorno del aprendizaje conlleva una serie de problemas y de consecuencias que han de ser tratadas siempre por un profesional. A continuación, la definimos en combinación con otros aspectos y ofrecemos las alternativas terapéuticas para poder superarla.

¿Qué es la dislexia? 

Etimológicamente hablando, es el problema que tiene una persona con el lenguaje. En la actualidad, el significado hace referencia a la imposibilidad de leer o escribir correctamente, entre otros aspectos. Sus primeros síntomas se observan en la infancia en niños que no tienen problemas neurológicos o de visión.

En torno al 5 % de los niños padece este trastorno relacionado con el desarrollo neurológico. Entre sus síntomas más habituales, destacan los siguientes:

· Problemas relacionados con la noción espacial y temporal.
· No tener la capacidad de pronunciar una palabra correctamente cambiando, por lo general, los fonemas de posición.
· Escribir palabras o números de forma desordenada.
· Carecer de la atención necesaria para leer o comprender algo.
· Problemas de memoria.
· Incidencia en el equilibrio.
· Incapacidad para organizar el discurso de manera ordenada.
· Dificultad a la hora de aprender nuevas palabras.
· Imposibilidad de aprender operaciones matemáticas algo más complicadas.

Existen dos tipos principales de dislexia, la adquirida como consecuencia de una lesión cerebral y la evolutiva, sin origen determinado. Por tanto, su diagnóstico correcto es siempre esencial para corregir el problema. Además, puede ser:

· Indirecta. Provoca un error a la hora de seguir la secuencia fonológica, por lo que se producen problemas en el paciente para poder leer o escribir.

· Superficial. El niño o el adulto pueden leer correctamente, pero se encuentran con problemas a la hora de leer en otro idioma o palabras algo más complicadas. Se relaciona más con el aspecto visual.

· Profunda. Combina las dos anteriores y se producen errores al entender el significado de las palabras.

Problemas de aprendizaje y comprensión lectora 

Es durante el inicio del desarrollo del niño cuando comenzamos a apreciar los primeros síntomas. Por lo general, presentan problemas de trastorno del lenguaje que conllevan dificultades para hablar, escribir, entender pictogramas o actividades similares. Podemos detectar esta afección porque el niño tarda mucho más tiempo en decir frases completas con sentido.

Además, presentan problemas para aprender las palabras, errores ortográficos, problemas de sintaxis y dificultades gramaticales. Igualmente, siempre utilizan las mismas palabras, presentando ciertas dificultades para ampliar su vocabulario.

Este trastorno del aprendizaje provoca que, cuando el pequeño debe comenzar a aprender nuevos conceptos, presente alteraciones en la comprensión lectora. Así, a la hora de estudiar, le cuesta demasiado tiempo entender los nuevos conceptos y aprendérselos de forma adecuada.

En este sentido, es de vital importancia que contemos con el apoyo de los profesores para que detecten el problema lo antes posible. Cuando un niño presenta problemas de aprendizaje y no es tratado correctamente, es habitual que desarrolle un déficit de atención que puede llegar a ser perjudicial para su aprendizaje.

Para confirmar este diagnóstico, existen diversos test como el PROLEC. A través de nueve actividades, se analiza la capacidad del niño para identificar las letras, reconocer las palabras, identificar su significado y descubrir su capacidad para conocer el orden correcto de estas en una frase. Del resultado de esta prueba dependerá la puesta en marcha de soluciones concretas para solucionar este problema.

Terapias para superarla 

Los especialistas encargados de ponerlas en práctica han de formar un equipo de trabajo. Psicólogos, logopedas y maestros han de escoger cuáles son las alternativas más eficaces para cada caso.

Una de las terapias más eficaces es la que se encarga de recuperar la conciencia fonológica de la persona afectada. Tras aprender a identificar los grafemas (letras), se asocian a un sonido (fonema) que, en combinación con otros, forman primero una sílaba y posteriormente una palabra. Esta terapia vuelve a enseñar los sonidos, a combinarlos y a identificarlos al ser leídos o pronunciados.

Otras técnicas educativas están enfocadas a mejorar la comprensión lectora, a leer en voz alta para comprobar la pronunciación y la fluidez y a ampliar el vocabulario de manera progresiva con las palabras recién aprendidas.

Hemos de especificar que este tipo de terapias debe ser siempre individualizado y diseñado a medida. Igualmente, el tratamiento temprano es esencial para conseguir los mejores resultados en el menor tiempo posible, certificando así el correcto desarrollo cognitivo del niño o la corrección del problema en el adulto.

Es importante que tengamos en cuenta que la dislexia puede ir acompañada de TDAH (trastorno de déficit de atención y hiperactividad) o depresión, por lo que la participación de psicólogos y psiquiatras infantiles es siempre recomendable.

Además, el complemento perfecto para estas terapias y ejercicios es el continuar con las mismas en casa. Proponerle al niño ejercicios de identificación de palabras, de discriminación visual de palabras reales o los destinados a encontrar letras específicas en una palabra determinada es altamente recomendable.

La dislexia merece toda la atención de los educadores y de los padres

Tenemos que evitar siempre pensar que el niño es perezoso, que tiene problemas de visión o que no le gusta estudiar. La dislexia es una alteración severa del aprendizaje que afecta a la calidad de vida de la persona que la experimenta, y el momento más idóneo para comenzar a intervenir es justo después de la detección de los primeros síntomas.

La labor de los padres y de los educadores ha de estar siempre coordinada con la del logopeda, el psicólogo, el oftalmólogo o el neurólogo, dependiendo de cada caso particular. Gracias a las diversas terapias existentes, basadas en el reaprendizaje de las palabra, es posible superar esta circunstancia de forma progresiva.

En caso contrario, se pueden producir trastornos mentales diversos que afecten seriamente a la calidad de vida de la persona. Confiar en los especialistas es imprescindible para conseguir los mejores resultados y superar la dislexia.

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