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El DIU (dispositivo intrauterino) se coloca en el útero para evitar el embarazo. Si bien ha confirmado su eficacia como método anticonceptivo, no faltan las voces que afirman que provoca una serie de efectos secundarios poco recomendables para la salud de la mujer. En los siguientes apartados se aborda esta cuestión comentando cuáles son los mitos relacionados con este dispositivo y las innegables ventajas de su uso.
Efectos secundarios del DIU
Es importante comenzar aclarando que existen dos tipos principales: los hormonales y el de cobre. Los primeros se encargan de espesar el moco cervical para que los espermatozoides queden atrapados en el mismo y no puedan llegar al óvulo. Los segundos usan el antedicho metal para provocar que los espermatozoides cambien su forma de moverse y, lógicamente, para lograr el objetivo indicado.
En lo que respecta a los efectos secundarios del DIU de cobre, se podrían citar los que se mencionan a continuación:
· Su colocación puede ser dolorosa. A pesar de insertarse en apenas unos minutos, puede provocar ciertas molestias durante el proceso de adaptación. Es aconsejable tomar un antiinflamatorio antes de este proceso.
· Durante las relaciones sexuales puede llegar a notarse, ya que los hilos que lo componen podrían rozar el glande.
· En el primer trimestre de uso, es habitual que se produzca su expulsión parcial que provoca que se desplace, algo que puede solucionarse volviendo a la consulta del especialista que lo insertó. Esta circunstancia la notará porque estará más propensa a los cólicos, sentirá calambres en la zona, podrá experimentar sangrados irregulares, sentirá molestias durante las relaciones íntimas y percibirá un aumento de la secreción vaginal.
·Alarga los días de la menstruación provocando un sangrado más abundante. Es habitual sufrir un dolor mayor e incluso sangrar entre las fechas de cada período.
· En caso de ser usado por mujeres que nunca han estado embarazadas, es posible que sufran una perforación en el útero que podría terminar provocándoles problemas con su fertilidad.
· Puede provocar EIP (Enfermedad Inflamatoria Pélvica) que es la consecuencia directa de una infección en las trompas de Falopio. Se produce durante el primer mes debido a que los gérmenes de la vagina son arrastrados durante la inserción hacia el útero.
· En algunos casos, no protege con eficacia y se han producido embarazos, por lo que sería recomendable usar otro método anticonceptivo para completar su efecto. Según la estadística, su uso no incide en la aparición de embarazos ectópicos.
Mitos sobre su uso
Tras haber analizado cuáles son los posibles efectos secundarios que se podrían experimentar, procedemos al comentario de los mitos más extendidos sobre el uso del dispositivo.
Provoca cáncer de útero y endometriosis
Ambas dolencias tienen un origen hormonal o genético. De hecho, un alto porcentaje de las mujeres que las padecen no usan el DIU.
El DIU puede provocar daños en el feto
Si se tiene la mala suerte de quedarse embarazada por el desplazamiento del dispositivo, pensar que este puede dañar al feto no deja de ser una falsedad. El bebé está protegido por la membrana placentaria y por la placenta, por lo que esta afirmación confirma el total desconocimiento de la Medicina de la persona que la hace.
Se desplaza hacia el estómago
Muchas mujeres prefieren no insertarse el DIU por esta razón. Desde el punto de vista de la anatomía, es totalmente imposible que el dispositivo atraviese el útero y ocho metros de intestino y llegue al estómago. Y menos todavía teniendo en cuenta que el movimiento del aparato digestivo es siempre de arriba hacia abajo. Incluso estando mal colocado, el dispositivo solo puede desplazarse hacia la vagina.
Tras su uso aumentan las posibilidades de sufrir un aborto
El dispositivo se encarga de evitar que un espermatozoide fecunde uno de los óvulos. Ni afecta al útero ni incide en la capacidad de quedarse embarazada. Una vez retirado, contando con el estado de salud de la paciente, lo habitual es que pueda producirse el embarazo de forma natural.
Ventajas del dispositivo
Tras comentar los efectos secundarios y los mitos sobre el método anticonceptivo que estamos describiendo, subrayaremos las ventajas de su uso:
· Su eficacia está científicamente demostrada.
· Puede llegar a tener una duración de entre cinco y diez años, por lo que es un dispositivo bastante económico.
· Es reversible de forma inmediata.
· Es aconsejable para evitar un embarazo no deseado tras haber mantenido una relación íntima de riesgo.
· Es compatible con otros medicamentos.
· Se puede llevar durante el periodo de lactancia.
· Es posible insertarlo tras sufrir un aborto y un mes después del parto.
· Puede usarse un año después de la última regla. El dispositivo de cobre no altera los niveles hormonales.
· No puede «olvidarse» como la pastilla anticonceptiva, por lo que es posible mantener relaciones sin riesgo del embarazo con total tranquilidad.
· No provoca ningún tipo de infección que no padeciera ya la mujer antes de insertárselo.
· No aumenta la posibilidad de sufrir un aborto.
El método idóneo
Tras leer la información anterior, parece quedar suficientemente claro que el método es tan eficaz como respetuoso con la salud de la mujer. Curiosamente, es la opción anticonceptiva más utilizada en mujeres a partir de los 35 años. No en vano, su eficacia sigue confirmando que es un método perfecto para evitar embarazos, aunque su uso no protege de otras enfermedades de transmisión sexual.
Por lo demás, su colocación por parte de un especialista en Ginecología es imprescindible. De hecho, es en su consulta donde podrá comentarse su caso y donde este aconsejará sobre si el uso del DIU es lo más apropiado para cada caso particular. Olvidándose de los mitos ya explicados, será más fácil terminar decidiendo el uso de un método anticonceptivo perfecto que no altera el organismo y que puede ser retirado con facilidad en cualquier momento.
