Índice
Introducción
El auge de los alimentos 0 % es ya imparable. En un buen número de ocasiones, se utilizan para completar una dieta que ayude a adelgazar. También son los predilectos de aquellas personas que quieren cuidar su alimentación consumiendo exclusivamente productos que no contribuyan a un empeoramiento de su salud.
Sin embargo, resulta imprescindible que conozcas en qué consisten este tipo de alimentos y también cuáles son las técnicas utilizadas para que tengan el sabor original. De la explicación de estos aspectos, entre otros, versan los siguientes apartados.
¿Qué es exactamente un alimento 0 %?
Si acudes a la legislación vigente, la respuesta es evidente: nada. Es decir, no hay ningún artículo en la ley que controla los productos a la venta que te permita conocer cuáles deben ser las características de un alimento que reciba semejante denominación.
Así, la industria se encuentra ante un interesante vacío legal en el que ese porcentaje se puede usar para etiquetar productos que no llevan azúcar, materia grasa, calorías o lo que dicte la estrategia de marketing más oportuna. La idea tras este concepto no es otra que llamar tu atención como cliente potencial para conseguir que compres el artículo.
¿Cómo puedes saber si son o no son saludables?
A pesar de lo que diga el etiquetado, es casi imposible que consigas, sin elementos químicos sustitutivos, un alimento con buen sabor que no tenga ni calorías ni azúcar. Es decir, lo que tendrías que encontrar en la etiqueta con las propiedades nutricionales es, precisamente, una explicación de a qué obedece el porcentaje publicitado y cómo resuelve el fabricante el «problema» del sabor.
Los estudios realizados con este tipo de productos son concluyentes: el 0 % en una sustancia supone el doble de otra igualmente perjudicial. En la industria alimentaria existe un término, palatabilidad, que es de obligado cumplimiento, ya que afecta al buen sabor del producto. ¿Lo conocías?
Por lo tanto, los expertos se encontraron con una desagradable sorpresa al comprobar que los alimentos con un 0 % de azúcar tenían más grasa de la habitual y viceversa.
¿Son perjudiciales para la salud estos alimentos?
La famosa máxima «nada con exceso, todo con medida» también ha de aplicarse al hablar de alimentación. En estos casos, cuando sabes que un alimento no contiene grasas ni azúcar parece más factible que apuestes por comer más cantidad, lo que aumentará tus probabilidades de engordar.
Para identificar el uso de ingredientes que mejoran la palatabilidad tienes que leer detenidamente la etiqueta correspondiente. Por lo general, los edulcorantes aparecen camuflados como néctar, almidón o sirope que, por cierto, son hipercalóricos y más dañinos que el azúcar.
En nutrición suele ser cierto que el aporte positivo para la salud es inversamente proporcional al atractivo de su etiqueta. Los cantos de sirena son, por lo tanto, poco recomendables si quieres mantener un estado de salud adecuado.
La estevia como reclamo
Resulta muy habitual encontrar productos que anuncian que el edulcorante utilizado es la estevia y, además, a un porcentaje muy bajo. Si al probarlo se comprueba que el sabor es idéntico al esperado, suele concluirse que este edulcorante es mucho más potente que el azúcar y que ofrece unos resultados perfectos.
Pero no es así. Los productos que llevan estevia también llevan mantequilla, lecitina de soja y otras sustancias que son, precisamente, las que endulzan el resultado final. Ver en una etiqueta llamativa los términos «0 %» y «estevia» no deja de ser una perfecta estrategia de marketing.
¿Es lo mismo un alimento light que uno bajo en grasa o uno 0 %?
No. Para conocer las características de cada uno de ellos te recomendamos leer la siguiente información:
- Alimento light. Te aporta un 30 % menos de calorías que su equivalente.
- Bajo en grasas. Contiene menos de tres gramos de grasa por cada 100 gramos.
- Alimento 0 %. No lleva un ingrediente, pero sí todos los restantes.
¿Qué recomiendan los nutricionistas en lo que respecta al consumo de estos alimentos?
Los expertos en nutrición tienen claro que la aparición de estos artículos en el mercado ha provocado cierta confusión en los consumidores. Por esta razón, te ofrecen estas recomendaciones:
- Lee atentamente la etiqueta de cada producto para detectar la presencia de edulcorantes artificiales.
- Préstale especial atención a la presencia de grasas saturadas.
- Conoce la cantidad de calorías por unidad y por cada 100 gramos.
- Consúmelos de forma ocasional y siempre de manera moderada.
- No los conviertas en la base de su dieta. Alimentos no procesados como la carne magra, la fruta, la verdura, el pescado, los frutos secos o la leche deben ser los protagonistas absolutos de una dieta saludable.
La eliminación progresiva de la dieta de estos alimentos es la mejor opción si deseas cuidar tu peso. Confiar en que un producto no contiene grasa o azúcar no deja de ser una apuesta arriesgada que puede traer consecuencias imprevisibles si el consumo es demasiado alto.
Además, es importante que tengas en cuenta que la elección de un alimento concreto depende del cerebro. Si escoges la versión 0 %, puede suceder que aumentes su consumo hasta conseguir saciar tu necesidad de carbohidratos o de glucosa.
Por lo tanto, resulta mucho más adecuado que lleves a cabo una dieta variada en la que haya un equilibrio entre hidratos de carbono, grasas saludables y azúcar. Solo así es posible nutrir bien al organismo y evitar estados carenciales o el consumo excesivo de una sustancia determinada que termine provocando tu aumento de peso.
Conclusión
Resulta imprescindible apostar por una dieta que incluya una amplia variedad de alimentos que han de ser preparados de forma saludable. Los alimentos 0 % han de ser de consumo muy ocasional, aunque es mejor que los evites. Todo sea por lograr adelgazar de forma natural y sin dejarte llevar por las tendencias de la industria que están diseñadas para subir el nivel de beneficios del productor.
