Prepara la piel para el verano, protegiéndola de los factores ambientales y con una buena alimentación.
A todas nos gusta tener una piel sana y libre de impurezas porque ésta es el espejo de nuestro estado de salud. Para mantener una piel sana es muy importante llevar un estilo de vida saludable, con una alimentación adecuada, realizar ejercicios de estiramiento y desarrollar hábitos diarios de limpieza y exfoliación. A continuación te indicamos una serie de factores externos que aceleran el envejecimiento de la piel y que tendrás que evitar si quieres mantener una piel hidratada, suave y tersa durante mucho más tiempo.
- El agua excesivamente caliente y el uso de jabones inadecuados resecan la piel porque eliminan la capa natural protectora de la piel.
- Secarnos con demasiada fuerza, dejando la epidermis irritada.
- Los cambios abruptos del clima pueden alterar la piel. El exceso de frío o calor reseca la piel, haciéndola más sensible y tirante.
- La falta de sueño y el estrés son dos enemigos que harán que la piel tenga un aspecto apagado, con signos de cansancio y envejecimiento prematuro.
- Una mala alimentación hará que tu piel tenga un aspecto gris y apagado. En nuestra dieta nunca debe faltar alimentos ricos en vitaminas A, C y E.
- La falta de hidratación es una de las consecuencias naturales del envejecimiento y tenemos que combatirla a diario bebiendo suficiente agua y aplicando cremas hidratantes.
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